La separación de la familia, uno de los grandes dramas creados por el chavismo
CARACAS.- Son cada vez más los venezolanos que dejan el país en busca de un mejor futuro dejando atrás la inseguridad, el desempleo y el desabastecimiento
VENEZUELA | 31 de octubre de 2014
Son cada vez más los venezolanos que dejan el país en busca de un mejor futuro dejando atrás la inseguridad, el desempleo y el desabastecimiento
CARACAS.- LOLYBEL NEGRIN PANTOJA / ESPECIAL DLA
¡Pobre del país del que se van sus jóvenes! Se va el futuro, se va el presente… Un país no puede vivir solo de pasado”, afirmó Carolina Jaimes Branger en un artículo de opinión sobre la inmensa cantidad de madres venezolanas que han visto partir a sus hijos al extranjero por la delincuencia, falta de estabilidad política, desempleo y desabastecimiento que se vive en el país sudamericano.
Un estudio realizado por la Universidad Central de Venezuela y el Instituto de Altos Estudios Sociales de París calculó en un millón y medio la cantidad de venezolanos que han emigrado de su país en los últimos 15 años, el mismo período de tiempo que tiene la revolución bolivariana en haber llegado al poder en Venezuela.
Las madres venezolanas quisieran vivir con sus hijos siempre, incluso después que se casan y tienen sus propias familias, pero esos mismas madres hoy en día prefieren perderse los momentos importantes en la vida de sus seres más queridos antes de verlos volver a un país que tiene un índice de 79 de homicidios por 100.000 habitantes.
Un mar de lágrimas
“Yo lloro todos los días. Me he convertido en una persona absolutamente bipolar, porque así como hoy lloraba de la emoción porque en el restaurante donde trabaja mi hijo Víctor lo nombraron barista del mes, así también tengo una tristeza que no puedo con ella [por su partida], a pesar de que yo quería que se fuera.”
Este es el primer comentario que nos hace Nike Frousos al comenzar la entrevista. Ella es una madre caraqueña que envió a su hijo Víctor, de 19 años, a la lejana Australia para estudiar inglés y luego cocina, para convertirse en chef.
Nike asegura: “Yo quería que se fuera del país, porque me asustaba que cumpliera la mayoría de edad y quisiera salir con los amigos, ir a discotecas o a la playa. Con la inseguridad que hay en el país, no quería que estuviera expuesto a esos peligros”.
Cuando le preguntamos a Nike si quiere que su hijo vuelva a Venezuela cuando termine sus estudios, fue enfática en su respuesta: “No quiero que regrese, porque prefiero que esté lejos pero vivo. Además, allá tiene un futuro, mi hijo llegó a Australia lavando platos y siendo mesonero. Pero aún así se mantiene solo y aquí no podría hacer eso.”
Nike asegura: “Yo quería que se fuera del país, porque me asustaba que cumpliera la mayoría de edad y quisiera salir con los amigos, ir a discotecas o a la playa. Con la inseguridad que hay en el país, no quería que estuviera expuesto a esos peligros”.
Cuando le preguntamos a Nike si quiere que su hijo vuelva a Venezuela cuando termine sus estudios, fue enfática en su respuesta: “No quiero que regrese, porque prefiero que esté lejos pero vivo. Además, allá tiene un futuro, mi hijo llegó a Australia lavando platos y siendo mesonero. Pero aún así se mantiene solo y aquí no podría hacer eso.”
Los que se van
Lourdes Rivas es la mamá de María Morales. Son dos venezolanas que también tienen que lidiar cada día con el sentimiento de nostalgia y de separación porque María, de 26 años, se fue hace cuatro años a Estados Unidos a estudiar y buscar un futuro mejor.
Lourdes es psicóloga, tiene dos hijas menores de edad que viven con ella y quisiera que su hija mayor María las reciba en Estados Unidos, para que también emigren del país, porque considera que la situación económica y de inseguridad que vive Venezuela es inaguantable.
Además, añade: “Uno no sale y uno está en la casa, pero la gente joven en este país no puede salir después de las siete de la noche por la inseguridad y es injusto que vivan así”.
Aunque extraña mucho a María, Lourdes no quiere que regrese a Venezuela: “Ella se llevó de aquí su profesión y todas esas herramientas que la han servido para ser exitosa en Estados Unidos.Aquí con esas misma herramientas no tendría la misma estabilidad económica que tiene ahora donde vive”.
María es comunicadora social y relató su proceso de emigración: “Me fui con un programa de visa de estudiante de uno o 2 años, pero siempre supe que no quería regresar, así que antes de irme vendí y regale todas mis pertenencias, me quedé solo con las dos maletas que me traje a Estados Unidos para no tener nada a que regresar”, agregó.
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