viernes, 15 de julio de 2016

Washington y La Habana desarrollan diálogos migratorios, sin acuerdos

Washington y La Habana desarrollan diálogos migratorios, sin acuerdos

Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos mantuvieron el jueves una de sus reuniones periódicas para darle seguimiento a los asuntos migratorios, mientras miles de cubanos se encontraban en terceros países presionando para llegar a la vecina nación del norte, donde son acogidos con beneficios especiales, reportó la AP.
Notas oficiales por separado del MINREX y del Departamento de Estado en Washington indicaron que la ronda de conversaciones en La Habana estuvo presidida por Josefina Vidal Ferreiro y el norteamericano John Creamer. No se anunciaron acuerdos concretos.

Según el comunicado oficial de La Habana, su delegación expresó una "profunda preocupación" por la persistencia de las políticas migratorias de Washington según las cuales los ciudadanos de la Isla que toquen territorio estadounidense "de manera irregular y sin importar las vías y medios que emplean", son recibidos en Estados Unidos con beneficios migratorios y se les da tratamiento de refugiados políticos.
El argumento de La Habana es que estas normas estimulan la migración ilegal, no solo de personas que salen en embarcaciones rústicas o lanchas rápidas hacia Estados Unidos desde la Isla, sino desde terceros países, como el caso actual de Ecuador y Centroamérica, a donde ciudadanos cubanos llegan para emprender un periplo hacia el norte.
Las normas estadounidenses establecen que si los cubanos son interceptados en alta mar son devueltos a Cuba.
El Gobierno de Ecuador deportó recientemente a 122 cubanos que desde junio permanecían en Quito, donde exigían visas humanitarias a México y ayuda para ser trasladados vía aérea a ese país para seguir camino a Estados Unidos. En los meses pasados se produjeron crisis similares en Colombia y países de Centroamérica, cuando cubanos quedaron varados en sus fronteras.
Por su parte, en el comunicado del Departamento de Estado, Washington reprochó a La Habana que no aceptara a sus nacionales expulsados por el Gobierno de Estados Unidos, una medida que suele tomarse cuando dichos ciudadanos cometen delitos muy graves.
Las conversaciones migratorias bianuales eran los únicos puntos de contacto entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos a lo largo décadas de tensión. Sin embargo, desde diciembre de 2014 ambos han comenzado un proceso de relanzamiento de sus relaciones diplomáticas que les ha impuesto además diálogos de normalización en otros sectores de interés común.
El comunicado del Departamento de Estado precisó además que la siguiente ronda se desarrollará antes de fin de año en Washington.

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