Un activista de Guantánamo, acusado de 'atentado', se enfrenta a cinco años de trabajo correccional
El activista Yobel Sevila Martínez se enfrenta a cinco años de "trabajo correccional con internamiento" tras ser acusado por el Estado de atentar contra dos oficiales en el transcurso de una pelea en Guantánamo en julio de 2015, informó este martes la organización People in Need.
Según la organización, el caso del activista "engrosa la lista de presos políticos" del país ya que su proceso estuvo "viciado".
El activista fue detenido el 7 de julio de 2015 durante una fiesta popular donde se formó una pelea en la que intervinieron ocho policías. "Sin embargo, en vez de detener la pelea, atacaron y detuvieron a Yobel y a sus tres amigos", precisa People in Need en un comunicado.
Un año después, el Estado acusa al activista de haber atacado a los oficiales rompiendo un dedo a uno y una mano al otro.
Según People in Need, los hechos habrían ocurrido mientras el activista se encontraba con los oficiales en la unidad de policía, donde pasó 72 horas detenido.
"Se me acusa de lesionar a dos policías, pero ninguna persona esposada puede lesionar a otra", ha declarado el activista.
En su comunicado, Peopl ein Need considera que el caso de este activista podría corresponder al "modus operandi de incriminación y condena de los defensores", consistente en "fabricar causas para poder encerrarlos y coartar su labor".
Meses después del incidente y sin conocer de la existencia de un expediente abierto en su contra, el activista fue detenido durante tres meses hasta ser liberado en marzo de 2016.
Arrancó entonces un proceso judicial por lesiones con agravantes plagado de anomalías, según People in Need.
El juicio fue aplazado tres veces, originalmente correspondía al 15 de marzo, en abril lo volvieron a posponer y finalmente se realizó al 13 de mayo, pero debido a que faltaron dos testigos de la Fiscalía concluyó el 10 de junio.
Un único testigo fue admitido para el activista, mientras que fueron cuatro los presentados por la Fiscalía.
De acuerdo con People in Need, "los policías que estuvieron implicados en su detención ofrecieron versiones contradictorias e incongruentes entre sí y más sorprendente todavía fue que uno de los policías lesionados no recordó qué mano fue la que se fracturó".
El 29 de julio llegó la resolución con una sentencia condenatoria de trabajo correccional con internamiento por cinco años, la cual fue apelada el mismo día.
"Este próximo 13 de julio, si la apelación no procede, lo cual es común en la Isla, quedará en firme", señala la organización de derechos humanos.
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