viernes, 1 de julio de 2016

Los campesinos no pueden vender café a EEUU, el Gobierno sí

Los campesinos no pueden vender café a EEUU, el Gobierno sí

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Granos de café.
Nada nuevo bajo el cielo cubano. Recientemente se dio a conocer que la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) había rechazado, "en nombre de los caficultores cubanos", la posibilidad de vender directamente su café a EEUU, ante la aceptación del Gobierno de ese país de incluir ese producto en las compras de EEUU a Cuba, siempre que viniera de los productores directos independientes del Estado.

Ahora nos enteramos que la Nestlé exportara hacia EEUU café producido en Cuba, el que estará disponible para las máquinas Nespresso, en las cápsulas de café bautizadas como "Cuban Nespresso", "Cafecito de Cuba" a partir de septiembre-octubre próximos.
¿Quién venderá el café cubano a Nestlé? No lo dice la noticia, pero no puede ser de otra forma: el único autoautorizado, el Gobierno cubano.
No hay manera de que el Gobierno-Partido-Estado evite recordarnos cada día su carácter totalitario, monopolista y semifeudal. Resulta que  él si puede vender a EEUU a través de Nestlé el café que compra como monopolio a los campesinos, pero los campesinos no pueden hacerlo ellos porque eso es servir a la "política imperialista".
Si no fuera tan trágico para los caficultores y el pueblo cubanos, darían ganas de desternillarse de la risa, al ver tanta falta de escrúpulos, hipocresía y doble moral con las que el Gobierno lleva sus relaciones comerciales con EEUU y cómo explota como intermediario el trabajo de los cubanos, da lo mismo que sean médicos, que trabajadores del turismo, azucareros, tabacaleros que caficultores, y lo vende al mejor postor, olvidándose de aquella máxima guevarista a la que tanto apelan, cuando de ellos no se trata: "al imperialismo ni tantico así, nada".
Si el dinero de EEUU es para comprar café directo a los productores… viene envenenado; si es para llenar las arcas del Gobierno… es dinero limpio. Si es para ayudar a la oposición… está lleno de malas intenciones; si es para el Gobierno… es bien recibido. ¿Hasta cuándo el doble discurso y el doble rasero que tanto se critica a otros?
Pero hay que decir que ese monopolio es el que funciona también en la economía interna, pues controla prácticamente toda la producción industrial, la que queda, la inmensa mayoría de los servicios y pretende controlar toda la producción agrícola, sirviendo como único intermediario entre productores y consumidores, con precios de acopio impuestos, sin tener en cuenta los intereses de los productores directos y precios de venta decididos en CUC para beneficio estatal.
No es nada nuevo en la historia de Cuba tampoco. La Corona española, el gobierno colonial feudal español que conquistó Cuba, mató a casi todos sus aborígenes y trajo cientos de miles de africanos para  explotarlos como esclavos, hacía lo mismo, y no solo con el "estanco del tabaco" que no era más que la prohibición a los tabacaleros cubanos de vender su tabaco a quien no fuera el Gobierno español, sino que seguidamente determinó el monopolio de todo el comercio exterior.
Se trata de políticas feudales. Por eso muchos no han dudado en identificar el llamado socialismo de Estado como una nueva forma de feudalismo, precisamente por el papel absoluto concedido al Estado, sus intentos de controlar los mercados y por el carácter vitalicio y todopoderoso de sus gobernantes únicos.
Así, en aquella época oscura, se perseguía a los cubanos que vendían sus alcoholes y ganado a los "bucaneros", comerciantes de la región caribeña que llevaban clandestinamente hacia EEUU y otros países los demandados productos cubanos.
Fue precisamente esa política monopolista la que provoco la sublevación de los vegueros en los primeros años del siglo XVIII, la primera acción militar masiva independentista de los cubanos contra la Corona española.
Hoy el Gobierno-Partido-Estado cubano, cubano por estar en Cuba, no por responder a los intereses del pueblo cubano, no solo practica el monopolio del tabaco, del café, del azúcar y los derivados de la caña, sino que lo ejerce sobre toda la economía y es esa precisamente una de las causas fundamentales del desastre provocado en Cuba por un siempre mismo Gobierno autoritario y populista que actúa como los señores feudales en nombre de un socialismo que nunca ha existido.
El modelo estatal asalariado centralizado, demuestra una vez más que nada tiene de socialista, de libertario ni democratico y que su único interes es preservar el poder de sus elites.

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