Así lo anunció el asesor del Presidente y principal negociador secreto del deshielo, Ben Rhodes, en un blog del sitio de viajes Expedia.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama Ben Rhodes, quien fuera uno de los negociadores de EE.UU. en las conversaciones secretas con Cuba que condujeron a la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países, publicó este 20 de julio, primer aniversario de ese acontecimiento, un artículo en el blog Viewfinder del sitio web de viajes Expedia.
A continuación, una traducción al español del texto de Rhodes:
Un año después: Cambiando el rumbo con Cuba
Cuba está a sólo 90 millas de Estados Unidos, cruzando el Estrecho de la Florida, pero durante los últimos 50 años parecía estar mucho más lejos.
Por más de cinco décadas EE.UU. aplicó una política de aislar a Cuba. Un remanente de la Guerra Fría en nuestro hemisferio que perduraba mucho después de que el mundo hubiese cambiado. La política no funcionó. El sistema político de Cuba no ha cambiado. Los cubanos no vivían mejor.
El presidente Obama cambió el rumbo. Puso fin a medio siglo de aislamiento fracasado e inició el proceso de normalizar las relaciones con uno de nuestros vecinos más cercanos.
Un día como hoy, el año pasado, el presidente Obama restableció formalmente las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, y la bandera de Estados Unidos fue izada una vez más en nuestra embajada en La Habana.
Entonces, ¿qué significa normalizar las relaciones?
Restablecer las relaciones entre los EE.UU. y Cuba nos permite adelantar nuestros intereses y mejorar las vidas de los cubanos. Tenemos una historia complicada y difícil, pero no necesitamos que ella nos defina. Normalizar las relaciones ayuda a nuestros gobiernos a trabajar conjuntamente en temas de interés mutuo y a abordar directamente nuestros desacuerdos.
Hemos tomado una serie de medidas para aliviar las restricciones al comercio, los viajes y las transacciones financieras, con el fin de prestar un mejor apoyo al pueblo cubano y fortalecer los lazos entre estadounidenses y cubanos. Creemos que nuestra gente son nuestros mejores embajadores.
En marzo pasado, el presidente Obama se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en visitar Cuba desde 1928. Llegó por el aeropuerto internacional José Martí, anduvo por la Habana Vieja, y presenció un juego de béisbol. También habló directamente con el pueblo cubano desde el mismo lugar donde lo hiciera el presidente Coolidge casi un siglo antes que él. En el Gran Teatro de la Habana el presidente dijo:
“La Habana está a solo 90 millas de la Florida, pero para llegar aquí tuvimos que recorrer una larga distancia, por encima de barreras históricas, ideológicas, de dolor y separación. Las azules aguas bajo el Air Force One fueron una vez surcadas por acorazados hacia esta isla para liberar a Cuba, pero también para ejercer control sobre ella”.
… “Yo he venido aquí a enterrar los últimos remanentes de la Guerra Fría en las Américas. Yo he venido aquí a extender una mano de amistad al pueblo cubano”.
Si el Presidente puede viajar a Cuba, usted también debería poder hacerlo. Y estamos tomando medidas para asegurar que así sea. Los viajes de estadounidenses a Cuba para actividades turísticas siguen prohibidos por la ley, y el presidente Obama ha pedido en repetidas ocasiones al Congreso que levante la prohibición de viajar. Mientras tanto, la Administración está trabajando para incrementar las opciones autorizadas de viaje.
Estados Unidos aprobó recientemente restaurar los vuelos entre nuestros países, hasta 110 diarios, incluyendo 20 vuelos diarios a La Habana desde diez ciudades de EE.UU., operados por ocho aerolíneas estadounidenses. Hoteles, líneas de cruceros, empresas de hostelería y servicios financieros americanos están ya operando en Cuba.
El cambio tomará tiempo. Normalizar las relaciones es un proceso complejo y continuo. La comunidad cubano-americana demuestra que, cuando nos acercamos a Cuba, no se trata solamente de política exterior: para muchos estadounidenses, se trata de su familia.
Sobre el autor: Ben Rhodes es Asistente del Presidente y asesor adjunto de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas y Redacción de Discursos en la Casa Blanca.
A continuación, una traducción al español del texto de Rhodes:
Un año después: Cambiando el rumbo con Cuba
Cuba está a sólo 90 millas de Estados Unidos, cruzando el Estrecho de la Florida, pero durante los últimos 50 años parecía estar mucho más lejos.
Por más de cinco décadas EE.UU. aplicó una política de aislar a Cuba. Un remanente de la Guerra Fría en nuestro hemisferio que perduraba mucho después de que el mundo hubiese cambiado. La política no funcionó. El sistema político de Cuba no ha cambiado. Los cubanos no vivían mejor.
El presidente Obama cambió el rumbo. Puso fin a medio siglo de aislamiento fracasado e inició el proceso de normalizar las relaciones con uno de nuestros vecinos más cercanos.
Un día como hoy, el año pasado, el presidente Obama restableció formalmente las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, y la bandera de Estados Unidos fue izada una vez más en nuestra embajada en La Habana.
Entonces, ¿qué significa normalizar las relaciones?
Restablecer las relaciones entre los EE.UU. y Cuba nos permite adelantar nuestros intereses y mejorar las vidas de los cubanos. Tenemos una historia complicada y difícil, pero no necesitamos que ella nos defina. Normalizar las relaciones ayuda a nuestros gobiernos a trabajar conjuntamente en temas de interés mutuo y a abordar directamente nuestros desacuerdos.
Hemos tomado una serie de medidas para aliviar las restricciones al comercio, los viajes y las transacciones financieras, con el fin de prestar un mejor apoyo al pueblo cubano y fortalecer los lazos entre estadounidenses y cubanos. Creemos que nuestra gente son nuestros mejores embajadores.
En marzo pasado, el presidente Obama se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en visitar Cuba desde 1928. Llegó por el aeropuerto internacional José Martí, anduvo por la Habana Vieja, y presenció un juego de béisbol. También habló directamente con el pueblo cubano desde el mismo lugar donde lo hiciera el presidente Coolidge casi un siglo antes que él. En el Gran Teatro de la Habana el presidente dijo:
“La Habana está a solo 90 millas de la Florida, pero para llegar aquí tuvimos que recorrer una larga distancia, por encima de barreras históricas, ideológicas, de dolor y separación. Las azules aguas bajo el Air Force One fueron una vez surcadas por acorazados hacia esta isla para liberar a Cuba, pero también para ejercer control sobre ella”.
… “Yo he venido aquí a enterrar los últimos remanentes de la Guerra Fría en las Américas. Yo he venido aquí a extender una mano de amistad al pueblo cubano”.
Si el Presidente puede viajar a Cuba, usted también debería poder hacerlo. Y estamos tomando medidas para asegurar que así sea. Los viajes de estadounidenses a Cuba para actividades turísticas siguen prohibidos por la ley, y el presidente Obama ha pedido en repetidas ocasiones al Congreso que levante la prohibición de viajar. Mientras tanto, la Administración está trabajando para incrementar las opciones autorizadas de viaje.
Estados Unidos aprobó recientemente restaurar los vuelos entre nuestros países, hasta 110 diarios, incluyendo 20 vuelos diarios a La Habana desde diez ciudades de EE.UU., operados por ocho aerolíneas estadounidenses. Hoteles, líneas de cruceros, empresas de hostelería y servicios financieros americanos están ya operando en Cuba.
El cambio tomará tiempo. Normalizar las relaciones es un proceso complejo y continuo. La comunidad cubano-americana demuestra que, cuando nos acercamos a Cuba, no se trata solamente de política exterior: para muchos estadounidenses, se trata de su familia.
Sobre el autor: Ben Rhodes es Asistente del Presidente y asesor adjunto de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas y Redacción de Discursos en la Casa Blanca.
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