No existe certeza de que este año se realicen las elecciones de gobernadores y consejos legislativos de los estados, de acuerdo a la Ley de Regulación de los Periodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales, aprobada en diciembre del 2010, como punto final de un ejercicio parlamentario bajo el control absoluto del chavismo.
La escogencia regional para la cual se preparan los partidos políticos, al igual que el referendo revocatorio solicitado por la MUD, dependen de la capacidad del CNE para superar en los próximos días diversas complicaciones y atrasos. Si bien la presidenta del organismo, Tibisay Lucena, ha ratificado la realización de los comicios en diciembre, la activación del revocatorio y los pasos necesarios para la relegitimación de los partidos que deben participar en la consulta, abren la posibilidad de que los eventos se remitan al 2017.
Lucena ha dicho que se cumplirá con la fecha prevista para ambas elecciones por cuanto el organismo que preside cuenta con la estructura y la experiencia requerida para ello.
“Estamos trabajando, ya sacamos el registro electoral, hicimos la auditoría y la selección de los organismos electores subalternos; tenemos muchas actividades, pero estamos trabajándolas en paralelo”.
En fuentes del CNE se estima que la tarea de relegitimación tardaría cuando menos 120 días, lo cual la prolongaría hasta el mes de noviembre, comprometiendo la realización de los comicios en diciembre de este año.
Vicente Bello, representante de la MUD en el ente comicial, sostiene que “no se está haciendo nada en dirección a las elecciones de gobernadores y que la actividad del organismo se enfoca en la revisión de las nóminas de los partidos políticos para su relegitimación, por lo cual todavía no existe cronograma para las elecciones”.
El rector Luis Emilio Rondón también ha declarado sobre el asunto: “la Constitución es clara cuando señala los periodos de ejercicio de los funcionarios públicos y que en el caso de gobernadores y legisladores estadales vencen este año, por lo que la elección debe celebrarse en la fecha prevista”.
En la misma dirección se ha pronunciado el diputado opositor Stalin González, quien estima “que no hay ningún problema de que haya dos elecciones”, refiriéndose a la posible realización del referéndum revocatorio también en los próximos meses; pero el constitucionalista de tendencia oficialista Jesús Silva recuerda que el año pasado se argumentó que por el decreto de Estado de Excepción en las fronteras se podrían posponer las elecciones parlamentarias. Estas, sin embargo, se llevaron cabo y no fueron pospuestas.
El proceso de renovación de los partidos también ha sufrido un importante retraso, lo cual afecta, fundamentalmente, a las organizaciones representadas en la MUD, que deberán retomar su identidad mediante la recolección y verificación de las firmas de sus miembros para rescatar sus tarjetas, diluidas en el esfuerzo concertador de la tarjeta única. Ello también rige para los partidos del “Polo Patriótico” pero en este caso el PSUV tiene un peso más que decisivo en la conformación de la alianza.
En fuentes del CNE se estima que la tarea de relegitimación tardaría cuando menos 120 días, lo cual la prolongaría hasta el mes de noviembre, comprometiendo la realización de los comicios en diciembre de este año. En paralelo, los retrasos en la verificación de firmas para el referendo revocatorio habrán de ocupar en los próximos días la mayor atención del ente comicial.
Sin embargo, el atraso también gravita en la demora de la escogencia de los aspirantes a gobernadores y legisladores pertenecientes a la Mesa de la Unidad Democrática y la alianza oficialista que deberían someterse a una escogencia previa mediante primarias, tal como ocurrió en la selección de los diputados a la Asamblea Nacional. El oficialismo, en esa ocasión, también realizó primarias; pero en un ámbito más restringido. Además, en este caso, la influencia de una dirigencia cerrada y vertical resulta decisiva para la selección de los aspirantes.
La estrategia de la MUD ha privilegiado el tema del referendo revocatorio, pese a que inicialmente se habló de estimular simultáneamente varias opciones.
Roberto Marrero, dirigente de Voluntad Popular, sostiene en cambio “la prioridad deben ser las gobernaciones” y avanza que su partido ya tiene conversaciones adelantadas con otras fuerzas para crear alianzas estratégicas con vistas a la consulta. Mientras tanto, en todo el país, los aspirantes a las gobernaciones despliegan intensas actividades en vistosas precampañas, sin que todavía exista un criterio claro sobre el método de escogencia que será finalmente aplicado.
Todo ello hace que no se descarte que tanto el revocatorio como la elección de gobernadores y legisladores regionales, pese a la retórica de los voceros del CNE, sean diferidos para el próximo año.
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