martes, 1 de marzo de 2016

El Gobierno y la UE discutirán esta semana 'puntos sensibles' para el acuerdo de cooperación

El Gobierno y la UE discutirán esta semana 'puntos sensibles' para el acuerdo de cooperación

El vicepresidente Miguel Díaz-Canel y Federica Mogherini, representante de Exteriores de la UE. (GRANMA)
La Unión Europea (UE) y el Gobierno tratarán de afinar esta semana los detalles que quedan pendientes para un acuerdo de diálogo político y cooperación, entre ellos el respeto a los derechos humanos y los riesgos de la proliferación de armas, indicaron este martes fuentes comunitarias citadas por EFE.
"Buscaremos hacer el máximo de progresos (...) Si nuestra
contraparte de pronto dice que está de acuerdo en todo lo que proponemos, por supuesto que es posible" concluir el acuerdo, señalaron, aunque reconocieron que entonces sería "la negociación más rápida en la historia de la UE".
La séptima ronda de unos trabajos que se iniciaron hace dos años tendrá lugar en La Habana el 3 y 4 de marzo y cubrirá "todos los aspectos del acuerdo", teniendo en cuenta que el capítulo económico y comercial "básicamente quedó hecho" en diciembre.
"En los capítulos de diálogo político y cooperación aún hay artículos que siguen abiertos y requieren más trabajo", comentaron las fuentes. Precisaron que esta semana abordarán los textos pendientes del preámbulo del acuerdo, las provisiones generales introductorias y las provisiones institucionales finales.
Confiaron en poder hacer buenos progresos. "Sobre lo lejos que podamos llegar, nunca especulamos", y apuntaron que el acuerdo "debe servirnos por muchos años y es importante tomarnos el tiempo que necesitemos para lograr resultados".
Los derechos humanos es uno de los temas pendientes y más sensibles para las dos partes, señala el reporte de EFE.
"En el acuerdo marco que estamos negociando las provisiones sobre derechos humanos, que figuran tanto en el capítulo de diálogo político como en el de cooperación, están virtualmente hechas", afirmaron las fuentes.
Recordaron que hace unos meses la UE y Cuba celebraron una primera reunión de su diálogo estructurado sobre derechos humanos y que la idea es que este tipo de discusiones se enmarquen en el futuro en el pacto.
Apuntaron que "lo importante es crear una agenda, una plataforma más estructurada en la que podamos hablar", y se dijeron conscientes de que "tenemos puntos de vista o interpretaciones diferentes de lo que significa, por ejemplo, una democracia representativa".
"Eso no va a cambiar con este acuerdo, no vamos a liderar a los cubanos a una revelación, ésa no fue nunca la intención", enfatizaron, sino "dotarnos de un marco que nos permita discutir de manera constructiva todo tipo de asuntos, incluyendo aquellos en los que sabemos que tenemos puntos de partida bastante diferentes".
El objetivo sería, según dijeron las fuentes comunitarias europeas, "identificar áreas de cooperación que nos permitan construir nuevos puentes para acompañar los cambios y las reformas hacia la modernización de Cuba".
Así, en este momento las partes intentan "encontrar las palabras adecuadas para detalles técnicos" sobre "asuntos políticos sensibles" como las reformas económicas y de modernización, la educación o la gestión del agua.
Otros asuntos del acuerdo UE-Cuba
Otro punto sensible son las menciones a la emigración o a "cómo gestionar más eficazmente los riesgos de la proliferación de armas pequeñas o grandes".
Recientemente el Kremlin anunció que arregla los últimos detalles de un proyecto a largo plazo con el régimen mediante el cual Moscú se dispone a transferir la más moderna tecnología armamentista y militar a la Isla.
Las fuentes europeas excusaron al Gobierno de Cuba en tal sentido. "Como un país pequeño próximo a un vecino muy grande", quiere garantizar su derecho a la defensa, una de las razones por las que el régimen, dice, no ha firmado el tratado que regula el comercio internacional de armas.
"La UE es uno de los mayores partidarios de ese tratado, por lo que estamos intentando que los cubanos digan que les gusta aunque no lo hayan firmado", comentaron.
En cuanto a armas de destrucción masiva, dijeron que habrá que ver "a qué tipo de equilibrio podemos llegar teniendo en cuenta su situación particular y su historia, cuando sigue figurando de manera prominente aquella crisis de los misiles entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
"Es un acuerdo marco que esperamos que nos permita resolver o avanzar en esos asuntos en el futuro", concluyeron.
Por otra parte, las fuentes descartaron que el Gobierno cubano tenga menos interés en negociar este acuerdo que la normalización de sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos y apuntaron que ambos procesos no son comparables, aunque reconocieron que el "acercamiento gradual" entre La Habana y Washington "también afecta las relaciones con la UE" en términos, por ejemplo, de comercio e inversiones.
"La UE es, y es probable que siga siendo por algún tiempo, un socio más importante de Cuba que Estados Unidos", señalaron.
Cuba es el único país de Latinoamérica con el que la Unión Europea no tiene un acuerdo bilateral. La firma de un pacto con La Habana sería un paso hacia el fin de la Posición Común, la política adoptada por el ente regional en 1996 para exigir al régimen avances en derechos humanos y libertades.
En el actual proceso, que abrió una nueva etapa en las relaciones entre ambas partes, el Gobierno cubano ha manifestado su voluntad de avanzar en la negociación, pero siempre en su discurso invariable de que sea sobre las bases de igualdad y respeto.

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