VENEZUELA, LA OTRA
CUBA.
Por: Ariel Clavijo
Día por día la historia se repite, Venezuela es una
copia al carbón del proceso que, después de más de medio siglo, mantiene
tiranizada a la isla de Cuba. Todo lo increíble que ha dejado con la boca abierta
a quienes han sido participes de las conversaciones de cubanos en el exterior
del país, se convierten en historias reales para aquellos que nos tildaban de
exagerados; para los incrédulos, los acontecimientos en la patria de Bolívar se
convierten en una triste realidad sin dejar de asombrar a venezolanos y
Latinoamericanos, que con pavor, observan cómo se va desenredando la madeja y
como se ve a las claras los instintos criminales de Nicolás Maduro.
El tirano mayor, Fidel Castro, para poder desarrollar
sus malévolos planes de implantar el socialismo en Cuba, lo primero que hizo
fue fusilar a todos aquellos que despuntaban como posibles líderes de grupos
opositores; todos aquellos que podían representar un escollo para sus planes
había que fusilarlos o meterlos a las cárceles, porque allí los podía
controlar, desde allí no podían ser escuchados, desde allí eran enemigos mudos
y hemos visto que los resultados fueron acertados. Los fusilados no podían
hablar y los presos son como muertos en vida.
No cabe la menor duda que Venezuela va por el mismo
camino; Nicolás Maduro ha rechazado categóricamente que no quiere observadores
internacionales durante el proceso electoral para la elección de los miembros
de la Asamblea Nacional; esto quiere decir que ya tiene listo el fraude a
cometer para salir triunfante en dicha elecciones y mantener el control de
dicha Asamblea para que los opositores, si tenían pensado ganarlas, no puedan
ser un obstáculo para mantenerse en el poder y proclamarse como el segundo
tirano de la América Latina.
La inhabilitación de políticos de la oposición ha
sido otra de las jugadas magistrales que el tirano de Cuba le soplo al oído a Maduro
y este las puso en práctica inmediatamente y todos aquellos opositores que
podían representar un peligro, fueron inhabilitados políticamente de una forma
grotesca.
La sanción de uno de los potenciales candidatos
jóvenes más notable dentro de la oposición como lo es Leopoldo López del
Partido Voluntad Popular, ha sido el golpe más demoledor propinado a la
aspiraciones de la oposición venezolana y la jugada final es la situación
fronteriza con Colombia donde todavía están siendo deportados cientos de
colombianos ha ia su país y esto es una carta bajo la manga que tiene Maduro.
La oposición sigue aferrada en el resultado de las
elecciones del próximo diciembre a pesar de la presencia cada vez más
aterradora del fraude electoral y no se podría descartar una posible suspensión
de dichas elecciones por la agudización del conflicto fronterizo con Colombia.
El pueblo venezolano tiene que estar preparado para
darle el frente a todas las patrañas puestas en práctica por Nicolás Maduro
para aferrarse en el poder y tener presente que detrás de todo esto está la
larga mano del tirano de Cuba, que aunque prometió no inmiscuirse en los
asuntos internos de otros países, nunca se debe creer en las palabras y
juramentos de un comunista.
El tirano de Cuba es conocedor de su dependencia
petrolera de Venezuela mientras se mantenga en veremos la situación de la
eliminación del Embargo y el restablecimiento total de las relaciones con los
Estados Unidos, de tal manera que el asesoramiento al Presidente Maduro se
mantendrá pues las aspiraciones imperialistas de la tiranía con respecto a
América Latina no han caducado, solo tienen que esperar que se estabilicen los
problemas políticos en Bolivia, Ecuador, Nicaragua , Venezuela, Brasil y
Argentina para continuar sus planes expansionistas y desestabilizadores en la
región.
Para toda noche oscura hay una luz de esperanzas;
esa luz se llama la unión de todos los factores, la unión de todas las ideas,
la unión de todos los partidos, la unión de todo aquel que ame la libertad y
desee ver nuevamente a Venezuela surgiendo fuerte y robusta con una nueva
Democracia, con una familia unida, con nuevas ideas, con un espíritu e ímpetu
de reparar el daño ocasionado, pero nunca olvidar lo que hicieron con la patria
de Bolívar esos malos hijos que troncharon la larga trayectoria y la hermosa
historia de democracia que cultivo
Venezuela por tantos años y que la convirtieron en el bastión democrático de
América
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