PRONUNCIAMIENTO
Palabras pronunciadas por un joven cubano ante el Papa Francisco en su visitas a Cuba durante la misa celebrada en la Plaza José Martí de la capital de la Republica.
Palabras pronunciadas por un joven cubano ante el Papa Francisco en su visitas a Cuba durante la misa celebrada en la Plaza José Martí de la capital de la Republica.
Querido papa Francisco,
Aquí hoy estamos los
jóvenes cubanos, somos muchachas y muchachos de líos profundos que a veces nos
llevan a perder la fe, pero a pesar de todos estos problemas sabemos superarlos
y crecernos ante las adversidades de esta difícil realidad socio- económicas
que nos tocó vivir, somos chicos y chicas que montan en fe nuestro medio de
transporte público para ir al trabajo o a la universidad, pero esta agitada vida
no nos hacer perder la alegría de vivir
la cual queremos compartir con Ud., nuestro padre y pastor, ante ti, querido
papa Francisco hay jóvenes, diversos y
plurales, cristianos, de todas las
denominaciones , practicantes de religiones afro-cubanas, creyentes, de fe
sencilla, profunda y no institucionalizadas , no creyentes, pero algo nos une
ante esta diferencia de pensamiento que van desde la ideología, la religión
hasta cualquier otra forma de proyección
ante la vida, lo que nos une es la esperanza de un futuro de cambios profundos
para Cuba, donde nuestro país sea un hogar que acoja a todos sus hijos piensen
como piensen y estén donde estén, las limitantes de los jóvenes son muchas, las
mismas que enfrentan jóvenes de otras latitudes y otras típicas de nuestra
realidad , pero no queremos gastar nuestro tiempo con usted en esto que todos sabemos; en este ratito que
nos dedica de forma especial, hay algo que decirle, nuestra gran fortaleza radica
en mantener a toda costa nuestra solidaridad, que nos ayuda a caminar a pasos
decididos por encima de cualquier
obstáculo , hoy no solo queremos presentarle nuestros sueños, sino queremos
pedirle su oración por nuestro país , por nuestras familias cubanas, por
nuestros amigos y conocidos, que están en este país o que han emigrado, le
queremos pedir algo especial, que
renueve en nosotros la esperanza de que se puede crecer, estudiar, trabajar,
caminar, sonar y ser feliz en esta compleja realidad que nos tocó vivir.
Ayúdenos Santo Padre a ser jóvenes que sepamos acoger al que piensa diferente,
que no nos encerremos en los conventillos de las religiones o las ideologías,
que podamos crecernos ante los individualismos
y la indiferencia, grandes males de la rutina cubana , que al salir de
aquí seamos capaces de interpretar los signos
de nuestros tiempos y nos tomemos
todos de la mano para construir una Cuba como la quiso nuestro Héroe
Nacional José Martí” con todos y para el
bien de todos.”
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