Haití se asoma a otra crisis con la segunda vuelta de presidenciales
La segunda vuelta ya había sido pospuesta a finales de diciembre debido a las protestas y las acusaciones de fraude
HAITÍ | 22 de Enero de 2016
LA HABANA.- dpa
Haití se encamina a otra grave crisis institucional con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales previstas para este domingo.
La situación es explosiva en el país antillano, el más pobre del continente americano. La oposición acusa al Gobierno de fraude en la primera vuelta electoral y se niega a reconocer los comicios en los que se debe elegir al sucesor de Michel Martelly, que dejará el poder a comienzos de febrero.
La situación es explosiva en el país antillano, el más pobre del continente americano. La oposición acusa al Gobierno de fraude en la primera vuelta electoral y se niega a reconocer los comicios en los que se debe elegir al sucesor de Michel Martelly, que dejará el poder a comienzos de febrero.
Cientos de simpatizantes de la oposición protestaron esta semana en Puerto Príncipe quemando autos y enzarzándose en enfrentamientos con la policía para pedir que se suspenda la elección. En la capital hatiana se registraron varios incidentes que dejaron heridos.
Los principales grupos opositores, agrupados en una plataforma llamada G8, acusan a las autoridades electorales de orquestar un fraude para favorecer al candidato gubernamental, Jovenel Moïse, en la primera ronda celebrada el 25 de octubre.
El empresario Moïse ganó entonces la elección con el 32,8 por ciento de los apoyos, según los resultados oficiales, aunque debe enfrentarse en una segunda vuelta al siguiente candidato más votado, el ex funcionario estatal Jude Célestin (25,2 por ciento).
El propio Célestin se niega a reconocer los resultados y anunció que no participará en la jornada de este domingo 24 de enero.
"Será un golpe de Estado electoral lo que ocurrirá el 24", dijo el candidato del partido LAPEH hace unos días. "Sólo una solución consensuada permitirá al país salir de la situación delicada en la que se encuentra", agregó Célestin.
Martelly rechazó el jueves un nuevo aplazamiento de las elecciones como pedía también una mayoría opositora en el Senado.
"Las instituciones electorales ya están empezando a desplegar personal en algunas áreas del país", aseguró el mandatario en una entrevista con la emisora Radio Metropole. "Ya hemos pospuesto dos veces las contiendas electorales, ahora no se puede plantear aplazar (una elección) de nuevo sin una propuesta mejor", aseveró.
La segunda vuelta ya había sido pospuesta a finales de diciembre debido a las protestas y las acusaciones de fraude.
Después de que una comisión ad hoc constara "serias irregularidades" en las primera ronda y recomendara cambios para la segunda vuelta, el Gobierno de Martelly fijó hace unas semanas la nueva fecha de los comicios por decreto.
Unos 5,8 millones de haitianos están llamados el domingo a las urnas para elegir al sucesor de Martelly. La corrupción, las luchas políticas, la inseguridad y la crisis crónica en el país parecen haber destruido la confianza de los votantes en sus frágiles instituciones.
Las acusaciones de manipulación y la violencia han sido una constante durante los últimos procesos electorales haitianos.
Sólo un 30 por ciento del electorado acudió a votar en las presidenciales de octubre. Haití, asolado por un violento terremoto en enero de 2010, es el país más pobre del hemisferio.
El ingreso per cápita es de 68 dólares al mes, según cálculos del Banco Mundial, y hasta el 40 por ciento del presupuesto público es financiado con ayuda internacional. La esperanza de vida es de sólo 63 años en promedio. En los últimos 30 años, varios presidentes fueron derrocados en golpes de Estado o en violentas revueltas populares.
El mandato de Martelly estuvo marcado por fuertes disputas con la oposición que prácticamente paralizaron al Estado. En octubre de 2014 tuvieron que ser suspendidas ya unas elecciones parlamentarias debido a la falta de consenso. El país estuvo durante varios meses sin Parlamento en 2015.
Pese a las pugnas políticas, el Gobierno de Martelly consiguió algunos avances en la reconstrucción del país en el último lustro.
En Haití es difícil trazar una línea divisoria entre izquierda y derecha en el espectro político. El actual candidato del partido de Gobierno (PHTK) es un empresario que ha hecho fortuna con plantaciones de bananas para la exportación en el norte del país. Al igual que el ex músico Martelly, Moïse aspira a llegar a la presidencia sin gran experiencia política previa.
El opositor Célestin estuvo a cargo de la construcción de infraestructuras durante la segunda presidencia de René Préval (2006-2011). El político no pasó a la segunda vuelta de las presidenciales de 2011 por estrecho margen. Sus seguidores acusaron entonces también a las autoridades de fraude a favor del posterior mandatario, Martelly.
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