Santos quiere que EEUU saque a las FARC de su lista terrorista cuando se firme la paz
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, espera que Estados Unidos suspenda las órdenes de captura y saque a las FARC de la lista de grupos terroristas una vez que se firme la paz, según dijo en entrevista con la agencia AP días antes de viajar a Washington, donde se reunirá con el presidente Barack Obama.
Santos dijo que si se llega a un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el Departamento de Estado debería dejar de considerar terrorista al grupo ilegal armado en un tiempo "cuanto más breve mejor".
Las FARC están en la lista de organizaciones terroristas de Washington desde 1997. Después de tres años de conversaciones de paz en Cuba, Santos dijo también que "sería de gran ayuda" suspender las órdenes de detención por narcotráfico emitidas por Estados Unidos que afectan a muchos de los líderes del grupo insurgente.
Las autoridades estadounidenses han insistido en que solamente los fiscales pueden suspender esas órdenes.
Santos cree que las FARC serán 'aliadas' en la lucha contra el narcotráfico
Santos inauguró el jueves un foro sobre los nuevos retos de la política antinarcóticos en el que consideró que las FARC serán "aliadas" contra el narcotráfico tras la firma de un acuerdo para acabar con medio siglo de conflicto armado en Colombia.
"Las FARC, cuando firmemos, van a comenzar a ayudar al Estado en lugar de combatirlo, en la sustitución de cultivos ilícitos por cultivos lícitos y en la eliminación de los corredores y del narcotráfico propiamente dicho", afirmó el mandatario, reportó la AFP.
"Que la guerrilla a partir del momento en que uno firme (la paz) se vuelva aliada es un cambio de paradigma, un cambio de 180 grados que nos abre a los colombianos una inmensa oportunidad de ser efectivos en ese frente", agregó.
El Gobierno y las FARC se comprometieron a sellar el próximo 23 de marzo, a más tardar, un acuerdo definitivo para poner fin a una conflagración interna en la que además de grupos ilegales armados de izquierda han participado paramilitares y fuerzas del Estado, y que ha estado muy permeada por el narcotráfico.
Para Santos, los grupos insurgentes han sido en los últimos 30 años "el mayor obstáculo para el Estado colombiano" en la sustitución de cultivos ilícitos, los cuales, dijo, han estado concentrados "siempre, siempre, donde está presente el conflicto armado".
"Las FARC han sido una parte muy importante de ese negocio" por lucrarse del narcotráfico, aseveró el jefe de Estado. "Así como el Estado se financia de los impuestos a las industrias, ellos se financian de los impuestos a los narcotraficantes", precisó.
Por eso se mostró "muy optimista" sobre el impacto positivo de alcanzar la paz en el "bienestar y seguridad de todos los colombianos" porque "el narcotráfico alimenta todas las fuentes de violencia".
Esta "es una oportunidad de oro" para los colombianos, indicó.
"Que el primer productor de cocaína pueda por fin ser más efectivo en su lucha por sustituir la fuente de este narcotráfico, o por lo menos reducirla sustancialmente, es un paso muy importante", enfatizó Santos, para quien "parte del interés mundial en el proceso de paz tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico".
7.000 efectivos para erradicar cultivos
"Muchos dicen que si no existiese el narcotráfico, la guerrilla habría desaparecido hace mucho tiempo", dijo el presidente, quien empero reconoció la capacidad "limitada" del Estado colombiano para sustituir plantaciones ilícitas en zonas remotas, sin infraestructura, con fuerte presencia insurgente y sembradas de minas antipersona.
Para erradicar cultivos ilícitos, el Gobierno prevé desplegar este año 7.000 militares y policías en 21 de los 32 departamentos del país, anunció por su parte en el mismo foro el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
"Vamos a tener en este 2016 unas Fuerzas Armadas fuertes para la erradicación de cultivos ilícitos, multiplicadas casi por tres de lo que fueron sus capacidades en 2015", enfatizó.
Como Santos, quien reiteró la necesidad de un nuevo enfoque a la lucha antidrogas por considerar fracasada la ofensiva emprendida años atrás, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, abogó por dejar de lado la política de "mano dura" y "sanciones".
"El camino hacia la paz requiere no solo poner fin al conflicto armado con la guerrilla, sino también dejar atrás el concepto de 'guerra contra las drogas'", dijo Reyes, celebrando como "histórico" el acuerdo parcial sobre solución al problema de las drogas ilícitas, logrado en mayo de 2014 por las partes en La Habana.
Las FARC piden a la UE que las saque de su lista de grupos terroristas
También el jueves, el jefe negociador de las FARC con el Gobierno colombiano, Iván Márquez, pidió a la Unión Europea (UE) que retire al grupo de su lista de organizaciones terroristas.
"Lo más justo y consecuente con la búsqueda de la paz es borrar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas", dijo Márquez, que intervenía desde La Habana en un debate en comisión del Parlamento Europeo transmitido por su página web.
Esto "quitaría del camino un serio obstáculo para la normalización de la vida política colombiana y garantizaría el proceso de reincorporación a la vida civil de los antiguos combatientes rebeldes", añadió.
La UE incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a su lista de "organizaciones terroristas" en el año 2002, sin que se planteara hasta ahora la posibilidad de retirarlas a pesar del apoyo de Bruselas al proceso de paz y los logros alcanzados hasta ahora.
En el mismo debate, organizado por la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, intervino el delegado del Gobierno colombiano en el proceso de paz, Sergio Jaramillo, que pidió a las FARC "dejar las armas de manera creíble" y destacó que el Gobierno debe "dar todas las garantías de seguridad (...) para la transición".
"Las FARC deben dejar las armas de manera creíble (...) y en el Gobierno debemos dar todas las garantías de seguridad necesarias para esa transición, facilitar la transición política de las FARC hacia un nuevo partido político y la reincorporación social y económica de sus combatientes", dijo.
Interrogado sobre la posibilidad de que el Gobierno colombiano lance un proceso de paz paralelo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Jaramillo destacó que Bogotá "mantiene un proceso de carácter confidencial".
Este proceso "está por terminar y esperamos que esa fase concluya para pasar a la fase pública", afirmó.
Las FARC y el Gobierno han cerrado parcialmente cuatro de los seis puntos de la negociación: problema agrario, cultivo y tráfico de drogas ilegales, reparación de las víctimas y participación política de los insurgentes una vez que depongan las armas.
El conflicto colombiano deja ya unos 220.000 muertos y seis millones de desplazados.
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