martes, 22 de septiembre de 2015

PRONUNCIAMIENTO

PRONUNCIAMIENTO




                                                     





Palabras pronunciadas por un joven cubano ante el Papa Francisco en su visitas a Cuba durante la misa celebrada en la Plaza  José Martí de la capital de la Republica.

Querido papa Francisco,

Aquí  hoy estamos los jóvenes cubanos, somos muchachas y muchachos de líos profundos que a veces nos llevan a perder la fe, pero a pesar de todos estos problemas sabemos superarlos y crecernos ante las adversidades de esta difícil realidad socio- económicas que nos tocó vivir, somos chicos y chicas que montan en fe nuestro medio de transporte público para ir al trabajo o a la universidad, pero esta agitada vida no nos hacer perder la alegría  de vivir la cual queremos compartir con Ud., nuestro padre y pastor, ante ti, querido papa Francisco hay jóvenes, diversos y
plurales, cristianos, de todas las denominaciones , practicantes de religiones afro-cubanas, creyentes, de fe sencilla, profunda y no institucionalizadas , no creyentes, pero algo nos une ante esta diferencia de pensamiento que van desde la ideología, la religión hasta cualquier otra forma  de proyección ante la vida, lo que nos une es la esperanza de un futuro de cambios profundos para Cuba, donde nuestro país sea un hogar que acoja a todos sus hijos piensen como piensen y estén donde estén, las limitantes de los jóvenes son muchas, las mismas que enfrentan jóvenes de otras latitudes y otras típicas de nuestra realidad , pero no queremos gastar nuestro tiempo con usted  en esto que todos sabemos; en este ratito que nos dedica de forma especial, hay algo que decirle, nuestra gran fortaleza radica en mantener a toda costa nuestra solidaridad, que nos ayuda a caminar a pasos decididos  por encima de cualquier obstáculo , hoy no solo queremos presentarle nuestros sueños, sino queremos pedirle su oración por nuestro país , por nuestras familias cubanas, por nuestros amigos y conocidos, que están en este país o que han emigrado, le queremos pedir algo especial,  que renueve en nosotros la esperanza de que se puede crecer, estudiar, trabajar, caminar, sonar y ser feliz en esta compleja realidad que nos tocó vivir. Ayúdenos Santo Padre a ser jóvenes que sepamos acoger al que piensa diferente, que no nos encerremos en los conventillos de las religiones o las ideologías, que podamos crecernos ante los individualismos  y la indiferencia, grandes males de la rutina cubana , que al salir de aquí seamos capaces de interpretar los signos  de nuestros tiempos  y nos tomemos todos de la mano para construir una Cuba como la quiso nuestro Héroe Nacional  José Martí” con todos y para el bien de todos.”

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