Allí a la hora de la misa, permanecen “vacíos” los asientos que por más de una década ocuparon las activistas...
La ausencia de las Damas de Blanco en la Iglesia de Santa Rita en Miramar cumple un año en marzo y no obedece a que ellas hayan desistido de su empeño de ir al templo a recibir la Comunión y a rezar por los presos políticos cubanos, explican en conversación con Martí Noticias activistas involucrados en las acciones del grupo.
Desde marzo del 2016 Berta Soler, líder de la organización, ha denunciado que las autoridades cubanas se encargan de que las mujeres no entren al templo y para lograrlo han usado la represión y las detenciones como "método permante".
Desde el domingo 20 de marzo en que llegó Barack Obama a Cuba hasta ahora, ninguna Dama de Blanco ha entrado a la Iglesia de Santa Rita, pero allí a la hora de la misa, permanecen “vacíos” los asientos que cada domingo ocupaban las activistas, dijo a Martí Noticias la Dama de Blanco María Cristina Labrada.
"Sabemos que allí está nuestro lugar y hemos interpretado ese gesto como una manera simbólica de llamar la atención de lo que ocurre contra nosotras", declaró la esposa del expreso político Egberto Escobedo.
Los domingos al salir de Santa Rita realizaban un encuentro en el Parque Gandhi con los simpatizantes que las apoyan en sus marchas. Desde marzo no han podido llegar a la Iglesia y mucho menos reunirse en el parque luego de la misa a hacer las acciones cívicas del movimiento, explicó Labrada.
"Siempre tuvimos claro que nuestra fe y credo no se mezclaban con las otras actividades, pero el régimen no lo entiende así y nos reprime", declaró.
En diciembre varias Damas de Blanco intentaron ir al templo un día entre semana pero también fueron detenidas y reprimidas antes de llegar, recordó Labrada.
Ante las ausencias repetidas de las Damas de Blanco a misa, el sacerdote José Félix Pérez de la Iglesia de Santa Rita en Miramar “en un gesto consecuente con la doctrina de la Iglesia Católica se reunió con un grupo y le entregó a Berta Soler un cuadro con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre y las bendijo", dijo el expreso político Angel Moya, esposo de la líder del grupo.
Moya, quien ha estado acompañando a las Damas de Blanco hasta Santa rita y al Parque Gandhi, lamentó que el gesto solidario que tuvo el padre José Félix no haya sido imitado por otros religiosos en el país.
El opositor recordó que en otras iglesias de la isla los sacerdotes no se han comunicado con las Damas de Blanco para estar al tanto de ellas cuando no llegan a los templos porque son reprimidas.
Por su parte Labrada insiste en que es una necesidad de las Damas poder asistir a la Iglesia: "Nosotros queremos que se respete nuestro derecho a ir a misa y comulgar como dede ser en quienes sentimos nuestra fe y quisiéramos que la Iglesia haga algo más por nosotros".
La activista tiene la esperanza de que se concrete una reunión de varias Damas de Blanco con el Arzobispo Juan de la Caridad García Rodríguez, en la que puedan compartirle sus preocupaciones y pedirle que interceda ante el régimen."La Iglesia no nos ha cerrado las puertas es cierto, es el régimen el que lo impide", insistió.
Desde marzo del 2016 Berta Soler, líder de la organización, ha denunciado que las autoridades cubanas se encargan de que las mujeres no entren al templo y para lograrlo han usado la represión y las detenciones como "método permante".
Desde el domingo 20 de marzo en que llegó Barack Obama a Cuba hasta ahora, ninguna Dama de Blanco ha entrado a la Iglesia de Santa Rita, pero allí a la hora de la misa, permanecen “vacíos” los asientos que cada domingo ocupaban las activistas, dijo a Martí Noticias la Dama de Blanco María Cristina Labrada.
"Sabemos que allí está nuestro lugar y hemos interpretado ese gesto como una manera simbólica de llamar la atención de lo que ocurre contra nosotras", declaró la esposa del expreso político Egberto Escobedo.
Los domingos al salir de Santa Rita realizaban un encuentro en el Parque Gandhi con los simpatizantes que las apoyan en sus marchas. Desde marzo no han podido llegar a la Iglesia y mucho menos reunirse en el parque luego de la misa a hacer las acciones cívicas del movimiento, explicó Labrada.
"Siempre tuvimos claro que nuestra fe y credo no se mezclaban con las otras actividades, pero el régimen no lo entiende así y nos reprime", declaró.
En diciembre varias Damas de Blanco intentaron ir al templo un día entre semana pero también fueron detenidas y reprimidas antes de llegar, recordó Labrada.
Ante las ausencias repetidas de las Damas de Blanco a misa, el sacerdote José Félix Pérez de la Iglesia de Santa Rita en Miramar “en un gesto consecuente con la doctrina de la Iglesia Católica se reunió con un grupo y le entregó a Berta Soler un cuadro con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre y las bendijo", dijo el expreso político Angel Moya, esposo de la líder del grupo.
Moya, quien ha estado acompañando a las Damas de Blanco hasta Santa rita y al Parque Gandhi, lamentó que el gesto solidario que tuvo el padre José Félix no haya sido imitado por otros religiosos en el país.
El opositor recordó que en otras iglesias de la isla los sacerdotes no se han comunicado con las Damas de Blanco para estar al tanto de ellas cuando no llegan a los templos porque son reprimidas.
Por su parte Labrada insiste en que es una necesidad de las Damas poder asistir a la Iglesia: "Nosotros queremos que se respete nuestro derecho a ir a misa y comulgar como dede ser en quienes sentimos nuestra fe y quisiéramos que la Iglesia haga algo más por nosotros".
La activista tiene la esperanza de que se concrete una reunión de varias Damas de Blanco con el Arzobispo Juan de la Caridad García Rodríguez, en la que puedan compartirle sus preocupaciones y pedirle que interceda ante el régimen."La Iglesia no nos ha cerrado las puertas es cierto, es el régimen el que lo impide", insistió.
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