Los recursos beneficiarían a unas 11.500 familias de más de 100 cooperativas de la provincia oriental de Camagüey, tradicionalmente productora de leche.
Cuba firmó este lunes con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA, un acuerdo por 50 millones de dólares para revitalizar el sector ganadero en la isla, informa el sitio digital de las Naciones Unidas.
Los recursos beneficiarían a unas 11.500 familias de más de 100 cooperativas de la provincia oriental de Camagüey, tradicionalmente productora de leche.
Además del FIDA, institución financiera internacional y organismo especializado de las Naciones Unidas, los recursos provendrán de la Agencia Francesa de Desarrollo y del Gobierno cubano, aclara la nota de prensa.
La organización de Naciones Unidas en Cuba considera que esta inyección de capital podría impulsar a los pequeños agricultores a organizarse en cooperativas privadas y así transformar el sector agropecuario en la isla.
La falta de inversiones en los últimos años es un factor que ha afectado el avance de la ganadería cubana, advierte la publicación, y la producción agrícola se encuentra por debajo de su capacidad. Esta situación obliga al país a depender en gran medida de los alimentos importados.
Con estos fondos, el FIDA planea impulsar en la isla el aumento de los ingresos y los puestos de trabajo en el sector ganadero.
En Cuba existen actualmente unas 2.500.000 cabezas de ganado para casi 12 millones de habitantes, según cifras oficiales. Cuando el fallecido exgobernante Fidel Castro ascendió al poder en el 1959 pasó a manos del Estado la mayoría de las tierras ganaderas en la isla, para luego abandonarlas paulatinamente.
Ganaderos consultados por la agencia de prensa independiente Palenque Visión, a mediados de 2016, aseguran que entre las causas de la diminución de la masa ganadera se encuentran los bajos salarios a los trabajadores del sector y el desconocimiento del manejo del ganado.
Estos dos factores, unidos a la intensa sequía que ha vivido sobre todo la parte oriental del país, ha provocado la desatención a los potreros donde pasta el ganado y a la siembra y cosecha de forraje.
A mediados de 2015, las autoridades de la isla reportaron cerca de 300 reses muertas y medio millón de litros de leche dejados de producir, de los más de cuatro millones pactados para ese año, como saldo de la fuerte sequía que azotó a la región de Guantánamo.
Los recursos beneficiarían a unas 11.500 familias de más de 100 cooperativas de la provincia oriental de Camagüey, tradicionalmente productora de leche.
Además del FIDA, institución financiera internacional y organismo especializado de las Naciones Unidas, los recursos provendrán de la Agencia Francesa de Desarrollo y del Gobierno cubano, aclara la nota de prensa.
La organización de Naciones Unidas en Cuba considera que esta inyección de capital podría impulsar a los pequeños agricultores a organizarse en cooperativas privadas y así transformar el sector agropecuario en la isla.
La falta de inversiones en los últimos años es un factor que ha afectado el avance de la ganadería cubana, advierte la publicación, y la producción agrícola se encuentra por debajo de su capacidad. Esta situación obliga al país a depender en gran medida de los alimentos importados.
Con estos fondos, el FIDA planea impulsar en la isla el aumento de los ingresos y los puestos de trabajo en el sector ganadero.
En Cuba existen actualmente unas 2.500.000 cabezas de ganado para casi 12 millones de habitantes, según cifras oficiales. Cuando el fallecido exgobernante Fidel Castro ascendió al poder en el 1959 pasó a manos del Estado la mayoría de las tierras ganaderas en la isla, para luego abandonarlas paulatinamente.
Ganaderos consultados por la agencia de prensa independiente Palenque Visión, a mediados de 2016, aseguran que entre las causas de la diminución de la masa ganadera se encuentran los bajos salarios a los trabajadores del sector y el desconocimiento del manejo del ganado.
Estos dos factores, unidos a la intensa sequía que ha vivido sobre todo la parte oriental del país, ha provocado la desatención a los potreros donde pasta el ganado y a la siembra y cosecha de forraje.
A mediados de 2015, las autoridades de la isla reportaron cerca de 300 reses muertas y medio millón de litros de leche dejados de producir, de los más de cuatro millones pactados para ese año, como saldo de la fuerte sequía que azotó a la región de Guantánamo.