Sin observación electoral aumenta el riesgo sobre los resultados del 6D
La negativa del Consejo Nacional Electoral a invitar a la OEA y a la Unión Europea a observar el proceso parece indicar que el árbitro teme algo y eso no hace más que incrementar los cuestionamientos a los cómputos que anunciarán el 6 de diciembre
VENEZUELA ELECCIONES
CARACAS.-JUAN FRANCISCO ALONSO
Especial
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Quien no la debe, no la teme. En el Consejo Nacional Electoral (CNE) no parecen haber escuchado jamás este refrán, porque lejos de tomar medidas que permitan despejar las dudas en torno a la transparencia y la pulcritud de los resultados de las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, han hecho todo lo contrario.
La negativa del organismo encabezado por Tibisay Lucena a invitar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Unión Europea a observar el proceso comicial; y en su lugar citar a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), un organismo sin casi experiencia en la materia y al que además le han impuesto serias restricciones, parece indicar que el árbitro teme algo y eso no hace más que incrementar los riesgos de que algunos de los contendores lancen cuestionamientos a los cómputos que anunciarán el 6 de diciembre. Desde 2006 el CNE no acepta observadores en los comicios.
El deterioro del CNE
“Lo mejor que podría hacer el CNE es blindarse llamando a técnicos internacionales independientes, darles todas las facilidades y permitirles estar en todas las etapas del proceso, para que así avalen sus resultados”, afirmó el politólogo Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, quien recordó que desde 2012 la imagen del organismo comicial no ha hecho sino deteriorarse.
“En 2013, cuando se hizo la elección presidencial sobrevenida por la muerte de Hugo Chávez, realizamos una encuesta y ella arrojó que el 47% de los electores no confiaban en el CNE, a principios de este año encargamos otro sondeo y nos arrojó que la desconfianza subió al 65%, todo ello gracias a las medidas que ha tomado el CNE como su la mala gestión de la crisis abierta por el desconocimiento que hizo Henrique Capriles Radonski de los resultados de las presidenciales de 2013 y por las medidas parcializadas que ha venido tomando desde entonces”, apuntó.
Para Alarcón la negativa a recibir observadores internacionales de reconocida experiencia y trayectoria aumenta los riesgos de denuncias de fraude, pues “al no haber confianza en el árbitro se abre la puerta a que haya cuestionamientos”.
Unasur, el mirón de palo
La misión de la Unasur que la semana pasada arribó al país y que está liderada por el expresidente dominicano Leonel Fernández es “una observación a la carta”. ¿La razón? “Dónde se ha visto que el observado le pague al observador para que lo observe. Esto pone en duda su imparcialidad e independencia”, apuntó Alarcón.
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, (CORTESÍA)
El convenio firmado entre el bloque regional y el CNE el pasado 12 de noviembre establece serias limitaciones a la labor de los acompañantes, entre las cuales destaca que el informe preliminar que emitirán sobre la campaña no deberá contener “valoraciones”; en otras palabras no quieren críticas; y el que emitirá sobre las votaciones será entregado exclusivamente al organismo comicial, pues le impide dar declaraciones a los medios.
El exmandatario dominicano está consciente de las dudas que hay sobre la labor que los 50 acompañantes que encabeza realizarán y por ello esta semana aseveró que “el mandato que hemos recibido es no parcializarnos con nadie. Nuestro deber es con el pueblo de Venezuela, ser guardianes de la expresión del pueblo de Venezuela”.
Para Alarcón esta declaración más allá de ser “políticamente correcta” no tiene ningún valor, porque la misión ni cuenta con el número de personas necesarias ni con la libertad para poder velar por la transparencia del proceso.
Desde la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tampoco tienen muchas expectativas sobre la labor de los acompañantes, por cuanto llegaron “tarde, incompletos y mal”, según el secretario de la alianza opositora, Jesús Torrealba, quien recordó que fases del proceso comicial ya pasaron. Asimismo criticó que la primera propuesta de la Misión de la Unasur haya sido acuerdo para respetar los resultados, algo que el oficialismo ya planteó.
A juicio de Alarcón, “no se le puede pedir a una parte que acepte unos resultados como sea, sin antes exigir que se cumplan las garantías para que el proceso sea justo e equilibrado”. Sin embargo, la atribuyó a un intento de Fernández de arrancar algún tipo de compromiso entre los contricantes.
Sobre las posibilidades de subsanar las fallas, el experto aseveró que ya es tarde. “Ya no hay tiempo para que venga una misión de observación electoral que cumpla los estándares internacionales en la materia, a lo sumo dará tiempo para que vengan alguien más a ver los comicios, pero una serie de auditorías como de la producción de máquinas ya pasaron y la campaña está por terminar”.
Para el 6 de diciembre está previsto que expresidentes como José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Martín Torrijos (Panamá) y el excandidato presidencial colombiano Horacio Zerpa viajen a Venezuela a observar las votaciones, por iniciativa propia y no por invitación del CNE.
Expertos piden al CNE tomar medidas contra el ventajismo
Tomar medidas para evitar que los actos de inauguración de obras, de entrega de ayudas y cualquier otro de Gobierno pueda “utilizarse con fines proselitistas”; así como velar porque los recursos y bienes del Estado no se utilicen para favorecer a una parcialidad política. Esta es una de las cuatro medidas “urgentes” que el Centro de Estudios Políticos de la UCAB y la organización internacional Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, por sus siglas en inglés) formularon al Consejo Nacional Electoral (CNE) para hacer más confiable el proceso.
“El ventajismo electoral (la existencia de condiciones de juego desiguales) en favor del oficialismo sigue siendo uno de los elementos principales que afecta la calidad de las elecciones en Venezuela”, alertó la Misión de Estudio conjunta en un informe presentado la semana pasada, en el cual también pidieron al árbitro que emprenda una campaña que disipe las dudas sobre el secreto del voto, en virtud de que el 65% de los venezolanos creen que el mismo no está garantizado.
La suspensión del Estado de Excepción es otra de las acciones que deberían adoptarse.
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