sábado, 29 de octubre de 2011

'El retorno de la justicia'

Por Ariel Clavijo - Todos  los cubanos en el exterior y muchos dentro de Cuba  hemos estado soñando durante cincuenta y dos años con el retorno de la Democracia, una economía de mercado y un sistema judicial justo donde se pueda plantear y obtener justicia de los miles de problemas que se derivan de una prolongada tiranía que como base de un sistema judicial ha tenido solo el capricho del tirano de turno.

 La balanza de la justicia durante más de medio siglo ha estado inclinada hacia un solo lado y hemos visto como se les ha arrancado la vida a muchos hijos de la patria frente al paredón y en los campos de lucha por no existir un entendimiento y un reconocimiento a las fuerzas de oposición. La nulidad de los partidos políticos, los sindicatos y la libre empresa ha sido más que suficiente para ver como cada día ha aumentado la pobreza en la otrora floreciente isla caribeña; pero más triste aun ha sido ver cómo el sistema judicial de Cuba ha formado parte del sistema represivo de un tirano que, con un plumazo, elimino todo vestigio de justicia y donde sólo impera la voluntad de ese tirano quien ordena y manda a imponer sanciones y ordenar fusilamientos a su capricho sin importarle la trayectoria legal de la Democracia vivida por tantos años en la isla.

Muchos nos hemos sentido defraudados por tal actitud y como respuestas también nos inclinamos a hacer valer nuestro criterio “tiránico” al referirnos a la justicia del mañana en nuestra patria, y se refleja en nuestra mente que podemos resolver el problema de Cuba poniendo en función el paredón de fusilamiento y parar frente a él a todos y cada uno de aquellos , que aun en contra de su voluntad, gritaron “PATRIA O MUERTE”, o que asistieron a la Plaza de La Revolución a gritar viva la Revolución.

Poner en función el paredón u otro sistema de pena de muerte en Cuba sería un tema bien engorroso, pues si hemos criticado al tirano por fusilar a nuestros hermanos, no sería justo poner frente a ese mismo paredón a los hermanos de los otros que en definitiva son nuestros mismos hermanos. Lo que sí podemos estar seguros es que todo aquel que ha cometido crímenes contra la economía, políticos, y haya cometido hechos de sangre, etc. Debe ser remitido a las cortes respectivas para que responda por sus delitos ante la justicia.


Tomar la justicia por sus manos es un delito, quitarle la vida a otra persona por motivos de venganza u otros, será sancionado con severidad y con apropiada sanción. La calma debe prevalecer en el pueblo, y las ansias de venganza deben ser relegadas para darle paso a la justicia para que de ella emane todo el orden que se desea en una patria ya con suficientes sufrimientos. No podemos caer en el revanchismo, en la venganza o el oportunismo para pensar que estamos aplicando justicia. La justicia es ciega y no debe mirar a quien se juzga y solo de deben tener en cuenta los delitos por los que se juzga a quien vamos a llevar ante los tribunales.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Enviar comentarios: