Ejecutivo de Hong Kong amenaza a estudiantes tras nuevas manifestaciones
La semana pasada, las autoridades habían evacuado un tercer campamento de los contestatarios, el de Mongkok, en el sector continental de Hong Kong. Cerca de 150 personas fueron detenidas, incluyendo a los dirigentes estudiantiles Joshua Wong y Lester Shum.
Enfrentamientos entre policías y manifestantes prodemocracia durante un desalojo (AFP)
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EL UNIVERSAL
lunes 1 de diciembre de 2014 05:47 PM
Hong Kong, China. - El jefe del Ejecutivo de Hong Kong afirmó este lunes que las nuevas manifestaciones del movimiento prodemocrático eran "intolerables", luego de que la policía reprimió a los estudiantes que trataron de irrumpir violentamente en la sede gubernamental.
La policía de este territorio retrocedido a China rechazó por la fuerza a los militantes prodemocráticos que trataron durante la noche del domingo rodear la sede del poder político, provocando algunos de los enfrentamientos más serios desde el 28 de septiembre, informó AFP.
Leung Chun-ying, jefe del Ejecutivo, sugirió que pronto podrían tener lugar nuevas operaciones policiales.
"Ya he destacado" que el movimiento prodemocrático "Occupy Central no sólo era ilegal, sino que también estaba destinado al fracaso", afirmó ante la prensa.
La continuación de las sentadas, en Admiralty cerca de la sede del poder y en menor medida en Causeway Bay, un barrio muy comercial que atrae a los chinos del continente, es "intolerable", dijo. La población "pide cada vez más a la policía que disperse" a los manifestantes. "De ahora en adelante, se aplicará la ley sin titubeos", agregó.
Las oficinas gubernamentales estaban cerradas el lunes, y el Consejo Legislativo suspendió sus trabajos.
Los manifestantes, que durante la noche trataron de rodear los edificios oficiales e invadieron una calle importante ante la sede del poder, chocaron con las fuerzas del orden.
Estas no tuvieron "más alternativa" para rechazarlos que "hacer un uso mínimo de la fuerza rociándolos de agua, gas mostaza y (empleando) cachiporras", aseguró un alto jerarca policial, Tsui Wai-hung.
La policía anunció que 40 personas habían sido detenidas y que 11 oficiales sufrieron heridas. En total, 37 personas fueron atendidas en los hospitales de Hong Kong.
La situación se había calmado el lunes a primeras horas de la tarde, después de una mañana tensa durante la cual se registraron nuevas escaramuzas entre policías y manifestantes en un centro comercial.
El 28 de septiembre, el movimiento prodemocrático se aceleró considerablemente en Hong Kong y decenas de miles de manifestantes invadieron las calles. Después, su número se redujo considerablemente, pero la persistencia de las sentadas perturba considerablemente los transportes y la actividad comercial.
Cólera, fatiga y tristeza
La semana pasada, las autoridades habían evacuado un tercer campamento de los contestatarios, el de Mongkok, en el sector continental de Hong Kong. Cerca de 150 personas fueron detenidas, incluyendo a los dirigentes estudiantiles Joshua Wong y Lester Shum.
Los manifestantes temen ahora que las autoridades hagan lo mismo con el campamento de Admiralty, donde cientos de carpas fueron instaladas en lo que hasta hace poco fuera una autopista urbana de nueve vías.
Algunos manifestantes afirmaron que la policía los atacó sin motivo legítimo, mientras que otros expresaron dudas en cuanto a la utilidad de la acción que habían emprendido.
La excolonia británica, un territorio chino que goza de amplia autonomía, sufre su peor crisis política desde su retrocesión a Pekín, en 1997. Sus habitantes gozan de derechos desconocidos en el continente, pero el sentimiento de que esas libertades están amenazadas se ha difundido cada vez más.
Pekín aprobó el principio "una voz, un voto" para la próxima elección del jefe del Ejecutivo, en 1997, pero reservó a un comité de grandes electores mayoritariamente favorable al Partido Comunista Chino la responsabilidad de efectuar una preselección de los candidatos. Estas condiciones son consideradas inaceptables por el sector prodemocrático.
La policía de este territorio retrocedido a China rechazó por la fuerza a los militantes prodemocráticos que trataron durante la noche del domingo rodear la sede del poder político, provocando algunos de los enfrentamientos más serios desde el 28 de septiembre, informó AFP.
Leung Chun-ying, jefe del Ejecutivo, sugirió que pronto podrían tener lugar nuevas operaciones policiales.
"Ya he destacado" que el movimiento prodemocrático "Occupy Central no sólo era ilegal, sino que también estaba destinado al fracaso", afirmó ante la prensa.
La continuación de las sentadas, en Admiralty cerca de la sede del poder y en menor medida en Causeway Bay, un barrio muy comercial que atrae a los chinos del continente, es "intolerable", dijo. La población "pide cada vez más a la policía que disperse" a los manifestantes. "De ahora en adelante, se aplicará la ley sin titubeos", agregó.
Las oficinas gubernamentales estaban cerradas el lunes, y el Consejo Legislativo suspendió sus trabajos.
Los manifestantes, que durante la noche trataron de rodear los edificios oficiales e invadieron una calle importante ante la sede del poder, chocaron con las fuerzas del orden.
Estas no tuvieron "más alternativa" para rechazarlos que "hacer un uso mínimo de la fuerza rociándolos de agua, gas mostaza y (empleando) cachiporras", aseguró un alto jerarca policial, Tsui Wai-hung.
La policía anunció que 40 personas habían sido detenidas y que 11 oficiales sufrieron heridas. En total, 37 personas fueron atendidas en los hospitales de Hong Kong.
La situación se había calmado el lunes a primeras horas de la tarde, después de una mañana tensa durante la cual se registraron nuevas escaramuzas entre policías y manifestantes en un centro comercial.
El 28 de septiembre, el movimiento prodemocrático se aceleró considerablemente en Hong Kong y decenas de miles de manifestantes invadieron las calles. Después, su número se redujo considerablemente, pero la persistencia de las sentadas perturba considerablemente los transportes y la actividad comercial.
Cólera, fatiga y tristeza
La semana pasada, las autoridades habían evacuado un tercer campamento de los contestatarios, el de Mongkok, en el sector continental de Hong Kong. Cerca de 150 personas fueron detenidas, incluyendo a los dirigentes estudiantiles Joshua Wong y Lester Shum.
Los manifestantes temen ahora que las autoridades hagan lo mismo con el campamento de Admiralty, donde cientos de carpas fueron instaladas en lo que hasta hace poco fuera una autopista urbana de nueve vías.
Algunos manifestantes afirmaron que la policía los atacó sin motivo legítimo, mientras que otros expresaron dudas en cuanto a la utilidad de la acción que habían emprendido.
La excolonia británica, un territorio chino que goza de amplia autonomía, sufre su peor crisis política desde su retrocesión a Pekín, en 1997. Sus habitantes gozan de derechos desconocidos en el continente, pero el sentimiento de que esas libertades están amenazadas se ha difundido cada vez más.
Pekín aprobó el principio "una voz, un voto" para la próxima elección del jefe del Ejecutivo, en 1997, pero reservó a un comité de grandes electores mayoritariamente favorable al Partido Comunista Chino la responsabilidad de efectuar una preselección de los candidatos. Estas condiciones son consideradas inaceptables por el sector prodemocrático.
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