Un cuentapropista cubano.
Una sicóloga, dos reporteros independientes, un bloguero y un campesino reconocen que la sociedad civil no es la misma que hace dos años atrás, y aseguran que quien más se ha favorecido con el deshielo es el gobierno cubano.
A dos años del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos la sociedad civil cubana analiza los aciertos y desaciertos del periodo, y visualizan los retos que tienen por delante.
En declaraciones a Martí Noticias, una sicóloga, dos reporteros independientes, un bloguero y un campesino reconocen que la sociedad civil no es la misma que hace dos años atrás, y aseguran que quien más se ha favorecido con el deshielo entre Washington y La Habana es el gobierno cubano.
Kirenia Yalit Nuñez, psicóloga y activista de derechos humanos residente en la capital, vio “con beneplácito el acercamiento”, porque de una manera u otra eso incidiría sobre la sociedad en general", aunque destacó que “se sabía que el gobierno se empeñaría por mantener el control”, porque “le tiene mucho miedo a cualquier cambio” y para lograr estabilidad “apelan a la represión”.
"Desde la visita de Obama a Cuba y en adelante, la represión contra la oposición política y también contra la población ha sido más marcada", añadió.
La sicóloga asegura que ahora “hay ciudadanos en las calles con un pensamiento más abierto” y, a su juicio, "Cuba no es hoy la de años atrás". Recordó que a pesar de los temores y el miedo a hablar, la gente va dándose cuenta de que “el enemigo" que fabricó el gobierno "no existe”.
No obstante las imposiciones del gobierno, los cuentapropistas, los emprendedores y en sentido general la sociedad civil, “quieren crecer porque los pequeños espacios de apertura siempre indican al individuo que hay que buscar alternativas económicas”, señaló la joven sicóloga.
A su juicio, este es un momento crucial para el país, y le corresponde a los grupos de activistas “conectar” con esa sociedad civil. El reto mayor es insistir para que la “apertura beneficie a la sociedad civil y no solo al gobierno”, apuntó Núñez.
Alejandro Tur Valladares, periodista independiente de Cienfuegos, considera que ha sido el gobierno quien más se ha beneficiado en las relaciones con Obama. No ve avances en el futuro del país, y calificó el panorama venidero de “lúgubre”.
El reportero cree que con el restablecimiento de relaciones, el régimen de Cuba “se ha lavado el rostro” y ha logrado proyectar una mejor imagen al mundo, "porque la apertura le ha permitido reposicionarse” y ofrecerse como actor político internacional a tener en cuenta". Señaló como una evidencia la firma de acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC
Steve Maikel Pardo, graduado de ingeniería residente en la capital, dijo que ha visto un avance en el pensamiento de la población, porque se han dado cuenta de que "no es el gobierno norteamericano el que está poniendo las trabas en cuanto al futuro y mejoramiento".
Pardo advirtió que el gobierno estadounidense sí está abierto al diálogo, pero lamentó que dentro del país sea el gobierno el que no dialogue con los ciudadanos y la oposición.
"Los opositores tenemos que presionar para que se de" ese diálogo interno, señaló.
La economía en manos de los que gobiernan está divorciada de la realidad, dijo el reportero, que insistió en que "los cuentapropistas siguen sin poder invertir en su propio país, y en la calles no se ve que el cubano promedio esté favorecido con las aperturas".
Fernando Dámaso, jubilado, destaca que los pocos negocios por cuenta propia que funcionan se ven obligados cada día a elevar los precios y "eso es insostenible para una población cada vez más deprimida".
Otros servicios como reparación de calzados, y edificaciones también “son caros”, y el cuentapropismo no avanza, a pesar de los deseos de Obama y de Estados Unidos de estimular en la isla el avance de los pequeños negocios.
Para Dámaso ese retroceso se debe a que todo está controlado por el gobierno y "funciona como si aplicaran la técnica del bonsái, cada vez que intenta crecer lo cortan, lo podan y siempre se mantiene pequeño".
Dijo que conoce casos de dueños de pequeños negocios que comienzan a tener éxito y “enseguida aparecen las multas, los inspectores, las regulaciones, y al final unos terminan por cerrarlos y otros sobreviven a duras penas”.
El campesino Alcibiades Silva residente en Songo La Maya, Santiago de Cuba, mantuvo al inicio "muchas esperanzas y expectativas" con el deshielo entre los dos países, pero dos años después lo que ha visto es que "los únicos beneficiados son los del régimen".
Los créditos bancarios, la llegada de diferentes aerolíneas a la isla, de cruceros y otras medidas que en principio se pensó serían para el desarrollo económico de la población "solo favorecen al los del gobierno", señaló.
Silva destacó que a los campesinos les "importa un bledo" si las relaciones Cuba- EEUU se terminan, o si Trump decide borrar de un plumazo lo que hizo Obama".
Enfatizó en que los campesinos están ahora en peores condiciones, porque con "el oxígeno que le dio el gobierno norteamericano al de Cuba", los que están en el poder tienen más energía para recrudecer su "aparato" represivo contra la población, concluyó.
En declaraciones a Martí Noticias, una sicóloga, dos reporteros independientes, un bloguero y un campesino reconocen que la sociedad civil no es la misma que hace dos años atrás, y aseguran que quien más se ha favorecido con el deshielo entre Washington y La Habana es el gobierno cubano.
Kirenia Yalit Nuñez, psicóloga y activista de derechos humanos residente en la capital, vio “con beneplácito el acercamiento”, porque de una manera u otra eso incidiría sobre la sociedad en general", aunque destacó que “se sabía que el gobierno se empeñaría por mantener el control”, porque “le tiene mucho miedo a cualquier cambio” y para lograr estabilidad “apelan a la represión”.
"Desde la visita de Obama a Cuba y en adelante, la represión contra la oposición política y también contra la población ha sido más marcada", añadió.
La sicóloga asegura que ahora “hay ciudadanos en las calles con un pensamiento más abierto” y, a su juicio, "Cuba no es hoy la de años atrás". Recordó que a pesar de los temores y el miedo a hablar, la gente va dándose cuenta de que “el enemigo" que fabricó el gobierno "no existe”.
No obstante las imposiciones del gobierno, los cuentapropistas, los emprendedores y en sentido general la sociedad civil, “quieren crecer porque los pequeños espacios de apertura siempre indican al individuo que hay que buscar alternativas económicas”, señaló la joven sicóloga.
A su juicio, este es un momento crucial para el país, y le corresponde a los grupos de activistas “conectar” con esa sociedad civil. El reto mayor es insistir para que la “apertura beneficie a la sociedad civil y no solo al gobierno”, apuntó Núñez.
Cuentapropista (izq) y ventas estatales (der)
Alejandro Tur Valladares, periodista independiente de Cienfuegos, considera que ha sido el gobierno quien más se ha beneficiado en las relaciones con Obama. No ve avances en el futuro del país, y calificó el panorama venidero de “lúgubre”.
El reportero cree que con el restablecimiento de relaciones, el régimen de Cuba “se ha lavado el rostro” y ha logrado proyectar una mejor imagen al mundo, "porque la apertura le ha permitido reposicionarse” y ofrecerse como actor político internacional a tener en cuenta". Señaló como una evidencia la firma de acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC
Steve Maikel Pardo, graduado de ingeniería residente en la capital, dijo que ha visto un avance en el pensamiento de la población, porque se han dado cuenta de que "no es el gobierno norteamericano el que está poniendo las trabas en cuanto al futuro y mejoramiento".
Pardo advirtió que el gobierno estadounidense sí está abierto al diálogo, pero lamentó que dentro del país sea el gobierno el que no dialogue con los ciudadanos y la oposición.
"Los opositores tenemos que presionar para que se de" ese diálogo interno, señaló.
La economía en manos de los que gobiernan está divorciada de la realidad, dijo el reportero, que insistió en que "los cuentapropistas siguen sin poder invertir en su propio país, y en la calles no se ve que el cubano promedio esté favorecido con las aperturas".
Otros servicios como reparación de calzados, y edificaciones también “son caros”, y el cuentapropismo no avanza, a pesar de los deseos de Obama y de Estados Unidos de estimular en la isla el avance de los pequeños negocios.
Para Dámaso ese retroceso se debe a que todo está controlado por el gobierno y "funciona como si aplicaran la técnica del bonsái, cada vez que intenta crecer lo cortan, lo podan y siempre se mantiene pequeño".
Dijo que conoce casos de dueños de pequeños negocios que comienzan a tener éxito y “enseguida aparecen las multas, los inspectores, las regulaciones, y al final unos terminan por cerrarlos y otros sobreviven a duras penas”.
El campesino Alcibiades Silva residente en Songo La Maya, Santiago de Cuba, mantuvo al inicio "muchas esperanzas y expectativas" con el deshielo entre los dos países, pero dos años después lo que ha visto es que "los únicos beneficiados son los del régimen".
Los créditos bancarios, la llegada de diferentes aerolíneas a la isla, de cruceros y otras medidas que en principio se pensó serían para el desarrollo económico de la población "solo favorecen al los del gobierno", señaló.
Silva destacó que a los campesinos les "importa un bledo" si las relaciones Cuba- EEUU se terminan, o si Trump decide borrar de un plumazo lo que hizo Obama".
Enfatizó en que los campesinos están ahora en peores condiciones, porque con "el oxígeno que le dio el gobierno norteamericano al de Cuba", los que están en el poder tienen más energía para recrudecer su "aparato" represivo contra la población, concluyó.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Enviar comentarios: