viernes, 16 de diciembre de 2016

Escasea el combustible en La Habana y el Gobierno no da explicaciones

Escasea el combustible en La Habana y el Gobierno no da explicaciones


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La gasolinera de 17 y L, en el Vedado, este viernes por la mañana. (M. MATIENZO PUERTO)
Escasea el combustible en La Habana y nadie sabe los motivos. Las autoridades no han dado explicaciones.
En la gasolinera de 23 y Malecón, había este jueves solo gasolina Especial porque —según empleados— la bomba lleva varios meses rota. La cola casi obstruía el tráfico de la avenida 23.
Uno de los chóferes que esperaba recomendaba ir a las gasolineras de 17 y L, en el Vedado, o a la de Infanta y San Rafael.

Pero en Infanta uno de los dependientes aseguró que hace "tres o cuatro turnos" que, en cuanto entran, piden la pipa (camión cisterna) "sin recibir respuesta alguna".
"Y lo peor es que nadie nos da una explicación, por eso seguimos pidiendo las pipas", añadió el empleado.
En 17 y L el panorama era el mismo. El Tángana, en Línea y Malécon, una de las gasolineras más concurridas de la ciudad, había levantado todas las bombas y estaba en "reparación capital".
Este viernes por la mañana, sin embargo, el servicentro de 17 y L había sido surtido y una fila de conductores esperaba en sus autos para comprar gasolina.
Las empresas estatales, además del recorte del 34 por ciento del mes de agosto, están siendo sometidas a un "estricto rigor".
"Después del 34 por ciento, nos empezaron a dar 200 litros y, ahora, además de tener que entregar cada ticket, nos lo van dando de 30 en 30 litros", comentó un chofer de CIMEX.
Una pareja que tenía planeado ir el domingo del Vedado a La Lisa afirmó que desistió porque no encontró gasolina para su auto.
Cuando se le pregunta a los taxistas de la piquera del Hotel Nacional cómo llevan la situación del combustible, responden: "Mal, estamos mal".
"La gasolina de motores (motocicletas) está perdida", dijo el conductor de un Cocotaxi.
"La verdad es que no hay ni gasolina, ni petróleo ni nada. Aquí donde me ves estoy esperando una carrera directa", dijo un botero parqueado en Malecón, a la caza de "un par de yumas" que le pagaran para que valiera la pena haber salido a trabajar.
"Para salir esta mañana fue terrible, cuadré con uno en un CUPET y me dijo que solo tenía cinco litros para que resolviera".
El chofer de un Moscovich vaticinó el inicio de una crisis: "Está empeorando la sequía y parece que es para largo".
Aseguró haber recorrido varios CUPET de la ciudad sin encontrar nada.
Pero los más afectados son los clientes. "Ya está instituido que el recorrido se parta en dos", dice una mujer que debe viajar del Vedado a La Habana Vieja.
"De 26 a L, 10 pesos, y de L a La Habana Vieja otros 10 pesos más… y no sabemos cuánto más vamos a empezar a pagar si las cosas empeoran".

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