Carlos Gutiérrez cree que Trump 'considerará las ventajas de aumentar el comercio y el compromiso con Cuba'

El exsecretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutiérrez, y el ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en la Cámara de Comercio de EEUU. (CUBADEBATE)
Gutiérrez, nacido en Cuba y republicano, publicó un artículo en The Hill en el cual enumera los "indicadores de progreso" que, a su juicio, han dejado los dos años transcurridos desde Raúl Castro y Barack Obama anunciaron un acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014.
"Yo era escéptico de esta apertura diplomática. Pero decidí que valía la pena dar una oportunidad al nuevo enfoque de la Administración", dice Gutiérrez en el texto. "Me alegro de haberlo hecho. Durante los últimos dos años hemos visto cada vez más oportunidades de cooperación y de negocios tanto para Estados Unidos como para Cuba", añade.
Menciona que 10 líneas aéreas, cuatro de cruceros, y cuatro compañías de telecomunicaciones estadounidenses están haciendo negocios en Cuba; ambos gobiernos han dialogado sobre narcotráfico, contraterrorismo, seguridad cibernética, medioambiente; científicos de ambos países realizan intercambios, y jóvenes cubanoamericanos viajan a la Isla "para aprender su legado cultural".
Gutiérrez opina que "después de casi seis décadas de que Estados Unidos intentara —y fracasara— cambiar a Cuba, ahora Cuba está comenzando a cambiar por sí misma". Agrega que una cuarta parte de la fuerza de trabajo se ha incorporado al sector privado, "confiando primariamente en las remesas como capital de trabajo".
"Debemos continuar apoyando el derecho de los cubanos a ganarse la vida", dice. "La eliminación del tope a las remesas y la reducción de las restricciones a los viajes han beneficiado directamente" a esos emprendedores cubanos, argumenta.
Sin embargo, el exsecretario de Comercio no menciona las trabas puestas por el Gobierno cubano para hacer inefectivas las medidas de la Administración Obama dirigidas a ese incipiente sector privado, entre ellas la imposibilidad de que los dueños de pequeños negocios puedan establecer relaciones directas con empresas estadounidenses, o importar y exportar sus productos libremente.
Tampoco aclara que los negocios conseguidos por empresas estadounidenses no son con el sector privado, sino con el Gobierno; ni se refiere a la represión y las violaciones de derechos humanos en la Isla, que han aumentado durante los últimos dos años, según denuncian activistas.
"Dado todo este progreso (…) la nueva administración debe pensar seriamente en las consecuencias de dar marcha atrás a las nuevas políticas hacia Cuba", afirma Gutiérrez. "Una revocación dañaría a las compañías estadounidenses. Desconectaría a las familias, haría la región menos segura e impediría la investigación en colaboración y los intercambios universitarios", argumenta.
El "empeoramiento de la inestabilidad económica y política" podría aumentar la emigración, "debido al temor a un regreso a (…) la Guerra Fría", dice, aunque la cifra de cubanos que intentan llegar a Estados Unidos se ha disparado de forma alarmante desde que comenzó el acercamiento.
Recuerda que la semana pasada la Unión Europea y La Habana firmaron un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, mientras el régimen estrecha vínculos con sus aliados China y Rusia.
"Las compañías estadounidenses quedarán fuera", advierte Gutiérrez y afirma tener esperanza en que Trump "continúe el impulso hacia un compromiso más profundo".
Señala como un "significativo obstáculo" a solucionar el problema de las reclamaciones por propiedades confiscadas por el régimen. "Durante mucho tiempo, este ha sido uno de los problemas más espinosos en nuestra relación, enfrentando a los cubanos entre sí y justificando la continuación del embargo", dice.
"La administración entrante tiene una oportunidad histórica de ayudar a los pueblos cubano y estadounidense. Creo que el presidente electo Trump, el primer presidente de Estados Unidos en décadas en gobernar cuando un Castro no es presidente de Cuba, aceptará el desafío", concluye.
Trump ha advertido que buscará con La Habana un acuerdo más favorable para Estados Unidos que el conseguido por Barack Obama, aunque no ha aclarado qué medidas tomará.
Estados Unidos "estará con los cubanos en su larga lucha por la libertad", dijo el viernes pasado en Orlando, Florida.
"Sabemos lo que tenemos que hacer, y lo haremos. No se preocupen por eso", añadió en un discurso en el recinto ferial Central Florida Fairgrounds, según citó el diario local Orlando Sentinel.




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