El periodista
independiente Agustín Figueroa Galindo reportó desde La Habana el caso del
joven Yunior Rodríguez González quien resultó diagnosticado con una infección bacteriana
en el corazón, adquirida en el quirófano del hospital Julio Trigo, institución médica
que posteriormente se declaró incapaz de realizar las pruebas y análisis necesarios
debido al nuevo padecimiento por “no contar con los recursos técnicos necesarios”,
según le indicó a Rodríguez González su propio médico de cabecera.
Preocupado por
su condición el joven Yunior Rodríguez González se dirigió entonces al
Hospital Enrique Cabrera, mejor conocido como El Nacional,
donde tampoco logró recibir la asistencia médica necesaria, esta vez debido a
que “el no residía en el Municipio Boyeros”, según le indicara un doctor de
apellido Aranda.
Ese lamentable
escenario se presenta en Cuba debido a que los hospitales, policlínicos o
consultorios médicos en la isla se encuentran en total abandono y deterioro
debido a la preocupación del régimen castrista por exportar médicos y medicinas
a cualquier parte del mundo. Las clínicas
especiales como el Hospital Cira García sólo atiende a gobernantes y a
extranjeros, mientras que para los cubanos sólo existen hospitales de mala
calidad infectados con bacterias, equipos técnicos deficientes, médicos muy mal
entrenados y una alimentación imposible de ingerir.
* Agustín
Figueroa Galindo, miembro del Partido Unión por Cuba Libre y el Movimiento Mi
Nueva Cuba.
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