lunes, 11 de mayo de 2015

Rosa María Payá corre un riesgo con su viaje a Cuba

Rosa María Payá corre un riesgo con su viaje a Cuba

La hija del líder opositor, Oswaldo Payá Sardiñas, está tentando los límites de la llamada reforma migratoria aprobada por Rául Castro.

DESAFÍO AL RÉGIMEN
Rosa María Payá ya está en su casa de La Habana
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Rosa María Payá se radicó con su familia en Miami bajo el estatus de refugiada política. (Archivo)
ILIANA LAVASTIDA / DLA
ilavastida@diariolasamericas.com
@IlianaLavastida
Rosa María Payá, hija del fallecido líder opositor Oswaldo Payá Sardiñas, llegó a su casa en La Habana este lunes, después de haber pasado los controles de seguridad en el Aeropuerto Internacional José Martí, sin mayores contratiempos.
“Durante la visita de Rosa María a Cuba, el régimen quizás decida apostar a que la estancia sea breve por todos los compromisos que tiene por su activismo político y jugar a la carta de la invisibilidad, vaticinó el bloguero y escritor Orlando Luis Pardo en declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“La reprimenda va a ser contra quienes le colaboren durante su estancia en Cuba. Ahí es donde el régimen de se las va a cobrar”, sentenció el joven cubano radicado en EEUU, quien calificó el viaje de Payá a Cuba como un verdadero reto.

La orden, no mencionar a Rosa María
Precisamente, horas después de la llegada de la joven a Cuba, en la cuenta su cuenta de twitter, Pardo informa que las órdenes dadas por el Ministerio del Interior, encargado de controlar a las fuerzas represivas del régimen en la isla, consisten en no mencionar a Rosa María, ni a su campaña, Una Flor Para Payá, “ni siquiera para criticarla”.
La decisión de regresar a su país “no se trata de un gesto ingenuo, ni tampoco es una acción irresponsable. Cuando ella salió al exilio hace un año y once meses, claramente explicó que ella y sus hermanos en Cuba estaban siendo acosados, que a su madre le estaban realizando llamadas para chantajearla emocionalmente, pero hizo la salvedad de que  quería continuar con su activismo político. Es lo que está haciendo, con su participación en los foros internacionales en los que ha ido a denunciar el crimen cometido contra su padre y Harold Cepero”.
Antes de salir de Miami, la mañana del lunes 12 de mayo en el Aeropuerto Internacional de Miami, Rosa María advirtió que regresa a La Habana con toda su documentación en regla, por el derecho que le asiste de volver a su país de origen, independientemente de la voluntad del Gobierno.
"A pesar del hostigamiento, de las amenazas, de la represión que ha sufrido mi familia como consecuencia del clima de intolerancia que sigue instigando el Gobierno cubano, he decidido regresar a Cuba a visitar la sepultura de mi padre", apuntó en un video que le fue grabado y que circula en YouTube.
Poner a prueba las leyes del régimen
Pardo aseguró que la decisión de Rosa María sienta un nuevo paradigma pues bajo el estatus de refugiada política que le otorgó EEUU es una residente legal de este país, “lo cual para nadie es un secreto, como tampoco lo es que la familia de Payá tiene ciudadanía española”.
Sin embargo recordó que al entrar en la isla, “los cubanos están desnudos en cuanto al respeto de sus derechos civiles porque el Gobierno no reconoce ningún otro tipo de ciudadanía”.
“Por lo tanto ella está allí como un cubano más de a pie, con su carnet de identidad y su pasaporte que está a punto de vencerse y que intentará renovar antes de volver”, advirtió el bloguero.
Tras la entrada en vigor de las más recientes leyes migratorias cubanas, aprobadas en enero de 2013, la persona que sale del país conserva el derecho del regresar y mantener toda su documentación en regla hasta pasados dos años de haberse radicado en el extranjero.
Bajo esos preceptos, Payá efectúa su viaje un mes antes de se cumpla el plazo permitido por las leyes cubanas.
Rosa María prefirió asumir ese riesgo político y eximir al resto de su familia de afrontarlo, en el criterio de Pardo, “para evitar el chantaje político contra alguno que tenga menos visibilidad que ella”.
“Su padre enfrentó al régimen y lo asesinaron. Ella ahora se está exponiendo, la pueden dejar presa como lo han hecho con Tania Bruguera [artista plástica que intentó hacer un performance en La Plaza Jose Martí], como le están haciendo a [Antonio] Rodiles que no lo dejan viajar, y a otros rehenes que el régimen mantiene en prisión como Ángel Santisteban y Danilo Maldonado [conocido como El Sexto]”.
“Ella está retando a los verdugos que asesinaron a su padre y Harold Cepero”, aseveró Pardo.
El joven escritor recordó que es un derecho de los cubanos, escoger el lugar donde vivir y participar en la vida política del país independientemente del lugar donde se resida.
“Ella está tentando muy fuertemente los límites de esa llamada reforma migratoria de Raúl Castro. Lo está haciendo con mucha sagacidad pues ha elegido este momento en que hay una coyuntura especial entre Estados Unidos y Cuba después del anuncio del 17 de diciembre. A pesar de que es un momento de gran riesgo para ella por todo lo que ha estado denunciando hasta en el propio Congreso estadounidense, en el Parlamento Europeo y en la Cumbre de Panamá”.
Después de haber sido reconocida internacionalmente como una exiliada, bajo el amparo de las leyes aprobadas por el propio Gobierno de la isla, durante su visita a La Habana, a Rosa María “la tienen que tratar como una cubana de a pie”.
“La podrán maltratar o arrestar, pero no la pueden expulsar por ser una extranjera, ni porque no tiene documentos en regla. Tienen que lidiar con ella, como lo hicieron con su padre”.
En estos momentos, opina Pardo “ella defiende uno de los pocos proyectos políticos que hablan directo al corazón del pueblo, Cuba Decide, con Un interés de unificación para que haya un verdadero cambio en Cuba”.

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