jueves, 23 de abril de 2015

Diplomacia de “carritos chocones” complica relaciones Venezuela-España

Diplomacia de “carritos chocones” complica relaciones Venezuela-España

Desde que líderes políticos españoles levantaran su voz para exigir a Nicolás Maduro la liberación de los presos políticos, el Gobierno de Venezuela ha emprendido una actitud de voraz ataque contra la nación europea. ¿Hasta dónde puede llegar el verbo encendido del régimen?

SE AGUDIZA LA CRISIS
Diplomacia de “carritos chocones” complica relaciones Venezuela-España
Ampliar
El exembajador Milos Alcalay asegura que esta actitud del régimen de Maduro es “la demostración más palpable que, no solamente hay una tentación totalitaria en Venezuela", sino que se pretende imponer un totalitarismo mundial. Fotos EFE.
ELIANA PANTOJA 
epantoja@diariolasamericas.com
Cuba y Estados Unidos viven aparentemente una luna de miel. El proceso de deshielo de una relación rota hace décadas nos ha permitido apreciar palabras de elogio hacia el presidente Barack Obama por parte de su homólogo Raúl Castro, apretones de mano y miradas amistosas entre ambos, un creciente interés del sector empresarial estadounidense por invertir en la isla, entre otras tantas cosas. Todo indica que el “Imperio” no es tan malo en los tiempos del Siglo XXI, sino más bien un deseable aliado para alcanzar la meta tan anhelada tanto por las filas de izquierda como de derecha: el desarrollo económico-social sustentable.
El régimen chavista, considerado internacionalmente como pupilo de la filosofía castro-comunista, se ha quedado en el medio de esa historia de apertura Cuba-EEUU sin saber qué hacer o decir.  De momento, observando la creciente tensión entre Caracas y Madrid, se podría pensar que Nicolás Maduro ahora se enfoca en a encontrar un nuevo responsable de su crisis política-económica-social. ¿Será España el nuevo chivo expiatorio?

Diplomacia de carrito chocones
Consultado telefónicamente por DIARIO LAS AMERICAS, el exembajador venezolano ante Naciones Unidas y profesor de derecho internacional público en una prestigiosa universidad de Caracas, Milos Alcalay, señaló que “uno de los graves errores de la diplomacia del presidente Maduro ha sido un tono confrontacional con el que pretende esconder la realidad de una crisis económica, política, social, humanitaria. Y por eso acude a una permanente diplomacia de carritos chocones. Un día ataca a Colombia, otro día ataca a Chile, otro día ataca a España. Por supuesto que su gran enemigo son los Estados Unidos”.
Alcalay no cree que Caracas haya disminuido su “beligerancia”  con los Estados Unidos. Considera que por ahora sólo “está llena de contradicciones. Un día dice que quiere dialogar, al día siguiente insulta, al tercer día dice que fue un  triunfo encontrarse con el presidente Obama en Panamá, pero al otro día vuelve con los insultos”.
España en la mira
Para el diplomático venezolano, Nicolás Maduro intenta - tanto en el plano nacional como en el internacional – aplicar mecanismos autoritarios para aplastar cualquier disidente. “Eso es sumamente grave porque se ha acostumbrado a insultar. Hoy es España, pero hemos visto como después de algunas horas la Asamblea Nacional (de Venezuela) ha criticado a los parlamentos de Colombia, de Chile, de España. Y si mañana hay un pronunciamiento de algún alcalde de Centro América, será lo mismo”, asevera.
Milos Alcalay asegura que esta actitud es “la demostración más palpable que, no solamente hay una tentación totalitaria en Venezuela, sino que pretende (Maduro) imponer un totalitarismo mundial y eso es inaceptable”.
¿Represalias?
Fue enorme la tormenta que provocó en Venezuela la aprobación por parte del Congreso de los Diputados de España de una resolución que insta al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, a que tome "todas las iniciativas pertinentes" para lograr la liberación del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma; del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López y del alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos. 
La indignación de Nicolás Maduro fue tal que, en sus primeras declaraciones, dijo estar “preparado para dar la batalla contra Madrid", pues para él a diario sale desde la Madre Patria "un ataque hacia Venezuela" con informaciones que, según él, sólo buscan "sembrar el miedo y el odio". Continuó su verbo encendido amenazando con tomar, "en las próximas horas… un conjunto de medidas y de decisiones"; y advirtió: "Ustedes lo buscaron (...) al presidente Rajoy y a todas las Cortes de España, por vía diplomática lo dije, con paciencia lo dije mil veces, no se metan con Venezuela".
Tales palabras generaron en varios analistas - como Ana Soliz de Stange, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo – algunas inquietudes. “En este momento me es difícil imaginar lo que Maduro puede hacer concretamente para vulnerar aún más los intereses económicos de España en Venezuela. Y es que, aún sin las represalias de Maduro, las empresas españolas ya están perdiendo millones de euros en ese país. Como muestra, un botón: tras la última devaluación de la moneda venezolana, el grupo hotelero Meliá reportó pérdidas inmensas”, dijo Soliz de Stange en una artículo publicado en el portal del Deutsche Welle (DW), el servicio de Radiodifusión internacional de Alemania, titulado “Tensión entre Venezuela y España, ¿más que dimes y diretes?”.
Todo puede pasar
Puertas y ventanas están abiertas. Cualquier cosa puede ocurrir. En el compas de espera se encuentra ahora el resultado del llamado a consulta hecho al embajador de España en Caracas, Antonio Pérez Hernández, por las últimas declaraciones de Nicolás Maduro y la decisión del parlamento venezolano de declarar persona "no grata" al expresidente Felipe González, quien hizo pública su decisión de formar parte de la defensa de Antonio Ledezma.
Estemos pendientes.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Enviar comentarios: