El senador Bob Menéndez espera que Trump apoye la democracia en Cuba

El senador Bob Menéndez dando declaraciones a la prensa. (AP)
Después de la muerte de Fidel Castro, el senador ve "la primera grieta" en el poder de la dictadura y la posibilidad de que Cuba "esté un paso más cerca de la libertad".
Así, espera que el Gobierno de Trump aproveche este momento "para desarrollar una nueva política hacia el régimen de Castro escuchando a los activistas y a los que continúan sacrificándose en su lucha pacífica por la libertad".
Dentro de esa nueva política estaría la revisión de las medidas tomadas por la Casa Blanca que, según Menéndez, solo han beneficiado "a Raúl Castro, su familia y los militares".
Llamó a repensar la política de Washington hacia La Habana: "Contrariamente a la idea romántica que algunos venden, las recientes concesiones desfasadas en la política estadounidense hacia Cuba no han dado lugar a cambios positivos en la forma en que rige el régimen ni en las vidas de los cubanos de a pie. Ahora es el momento de repensar esa posición".
También reclamó la posibilidad para los cubanos de tener las primeras elecciones libres desde 1959, la posibilidad de ser dueños de una empresa o de formar sindicato, y la libertad de expresión.
La muerte del dictador, anotó, "es más que simbólica", es "una oportunidad histórica para el cambio, para que los Estados Unidos persigan políticas completas que, en primer lugar, apoyen al pueblo cubano".
La Isla será "un mejor socio y vecino de los Estados Unidos". Los cubanos ya no tendrán que realizar ese peligroso viaje hasta las fronteras estadounidenses.
"Cuba ya no exportaría más su forma opresiva y desastrosa de Gobierno, un legado que se ha manifestado trágicamente en forma de crisis humanitaria en Venezuela", dijo sobre el proselitismo de los Castro.
Bajo unas nuevas circunstancias habría más probabilidades de que La Habana regresara a prófugos de la justicia estadounidense como Joanne Chesimard y trabajara con los Estados Unidos para procesar eficazmente a los narcotraficantes, explicó.
Asimismo, pidió ayudar a la oposición: "Debemos concentrarnos más en la participación activa de disidentes políticos y defensores de los derechos humanos, proporcionándoles herramientas para comunicarse abiertamente entre sí y con compañeros cubanos en la isla, sin interferencias gubernamentales".
Y señaló la importancia del diálogo con otros países exsocialistas para ayudar a la transición pacífica en Cuba "de la dictadura a la democracia".
"He hablado con disidentes cubanos como Coco Fariñas y Berta Soler, que confirman que la vida ha empeorado para ellos. En los últimos dos años, ha habido más persecuciones a periodistas, más activistas apresados, más represión".
"Estados Unidos y la comunidad internacional deben ponerse de pie y apoyar al pueblo cubano", exhortó.




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